La Conferencia Episcopal Española acaba de publicar y DISTRIBUIR otro Leccionario. Se trata del NUEVO volumen IV -que sustituye al anterior leccionario V- para las Misas de los Santos a partir de los textos de la Sagrada Biblia (versión oficial de la CEE) y lo hace a través del sello editorial Libros Litúrgicos, del servicio de Publicaciones de la propia Conferencia Episcopal.

Estos leccionarios han sido elaborados por la Comisión Episcopal de Liturgia y son los libros oficiales de uso obligatorio; así establecido a partir del 8 de septiembre del año pasado, en castellano para todas las diócesis de España y con entrada en vigor en el momento de su publicación.

La aparición de estos nuevos leccionarios hasta ahora, ha sido progresiva y conforme a la necesidad de los Tiempos Litúrgicos. No obstante, en el mismo comunicado, han anunciado que durante el presente año está prevista la edición de otros dos volúmenes del Leccionario de la Misa: el I-B para los domingos y fiestas del Señor del año B y el V para las Misas rituales y Misas de difuntos.

Como comentáramos en boletines anteriores, los NUEVOS Leccionarios cambian y reemplazan el orden numérico y el de denominación de los que se ha venido utilizando hasta ahora. A continuación, se enumeran los cambios (destacando de forma apropiada, los que se han publicado hasta la fecha):

I-A (antes I A): domingos y fiestas del Señor año A
I-B (antes II B): domingos y fiestas del Señor año B [aún NO impreso]
I-C (antes III C): domingos y fiestas del Señor año C
II (antes VII): ferias de Adviento, Navidad, Cuaresma y Tiempo pascual
III-par (antes IV): ferias del Tiempo ordinario de los años pares
III-impar (antes IV): ferias del Tiempo ordinario de los años impares
IV (antes V): Propio de los santos y Misas comunes
V (antes VIII): Misas rituales y Misas de difuntos [NO impreso]
VI (antes VI): Misas por diversas necesidades y Misas votivas [NO impreso]
VII (antes IX): Misas con niños [NO impreso]

Asimismo, también está prevista la inminente publicación de los siguientes complementos:

El Subsidio de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo – A: es el subsidio al Leccionario I-A para la proclamación de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo el Domingo de Ramos y el Viernes Santo; que al igual que el que se publicó el año pasado -correspondiente al Ciclo C- consta de dos ejemplares del mismo en formato folleto “a caballete”, complementando la lectura dispuesta en el propio I-A.

La Concelebración de la Eucaristía: es el subsidio a la tercera edición del Misal Romano (ver boletines LPS nº20, Oct16 y LPS nº21, de Nov16) para la concelebración de la Eucaristía. Contiene las plegarias eucarísticas I, II, III y IV; plegarias eucarísticas de la reconciliación (I y II) y plegarias eucarísticas que pueden usarse en las misas por diversas circunstancias (I, II, III y IV).

Por último, también se ha anticipado la presentación del subsidio para la sede de la celebración de la Misa crismal.
Tanto en el Misal Romano, como los Leccionarios y los Subsidios, el material de la cubierta es de poliuretano termovirante con un acabado de imitación de piel en color rojo. De esta manera se comparte uniformidad e identidad, que empieza desde el mismo proceso del encuadernado.

Y es que, se quiere dejar constancia que Leccionario y Misal, son en realidad el mismo texto: el libro litúrgico para celebrar la Misa en el rito romano latino; pero que necesariamente, y de acuerdo a las acertadas indicaciones de la reforma litúrgica, debe editarse por separado como dos volúmenes: el del ambón y el del altar (también de la sede). Este criterio se ha tenido en cuenta en otros aspectos.

La segunda razón -de tipo técnico- son las posibilidades que este material ofrece para dignificar el aspecto exterior del libro, gracias a sus características que aseguran la durabilidad y adecuada conservación; que ofrece resultados excepcionales en el doble modo de estampación: con película de oro y con golpe de calor para cambiar de color el propio material.

El resultado se aprecia de inmediato, ya en su mismo aspecto exterior: manifestar la dignidad que le es propia por su contenido y tradición, evitando cualquier parecido con otro tipo de publicaciones. Pero al mismo tiempo, busca que sea fácilmente identificable en su tiempo y época.

Para la cubierta, se ha evitado una ornamentación facsímil de tiempos pretéritos (la de reproducción de la editio typica latina) pues se ha optado por un diseño totalmente nuevo y propio; con una referencia a la tradición litúrgica propia de nuestros antepasados, colocando una ilustración estampada en oro desarrollada a partir de una cruz procesional mozárabe; la cruz está rodeada de una ornamentación de una línea más contemporánea y realizada en golpe seco.

Cada volumen cuenta con un cosido de hilo vegetal, enlomado de los bloques con un papel especial en el refuerzo para dotarlo de mayor consistencia y guardas de cartulina ecológica para mejorar la unión de las páginas con la tapa de cada ejemplar. Cuando procede, las cintas de registro están cortadas con una técnica de calor para evitar su deterioro, y se han realizado a partir de dos tipos distintos, lo que permite un mejor agarre.

Tanto el Misal como los Leccionarios están protegidos -cada uno- por un estuche tipo “petaca”. Asimismo cada ejemplar incorpora una separata con una serie de indicaciones para el cuidado apropiado y el manejo correcto que requieren estos textos que, de tenerse en cuenta, ayudarán sin duda a conservar su aspecto exterior con la dignidad merecida y la durabilidad deseada.

Entre las cuestiones que se han recibido (o solicitado), sin duda de las más recurrentes ha sido la del tamaño de los libros. Sin embargo, como explica D. Manuel Fanjul García, Director General de Publicaciones de la Conferencia Episcopal Española y Director de LIBROS LITÚRGICOS: «la disparidad no puede ser mayor. Desde quienes desean un misal formato agenda de bolsillo a los que estarían encantados con un formato a la altura de los viejos cantorales monásticos». Y concluye: «como en casi todo: virtus in medium est».

También destaca que, en un principio y por el criterio de unidad, se pensó en mantener en el Misal Romano el mismo formato de los Leccionarios. Pero se comprobó que, con las páginas previstas, el resultado podría ser tal que dificultaría enormemente el normal uso del libro. Por otra parte, el formato de la edición anterior no permitía el nuevo cuerpo de texto deseable. Así se ha optado por un formato intermedio con páginas de 19,5 x 27,5 cm. que, ya encuadernado, resulta el actual de 20 x 28 cm.

Este formato ha permitido una maquetación en la que ha sido posible el deseado y tan reclamado aumento del tamaño de texto.
En cuanto a las características ortotipográficas, se ha conservado el novedoso criterio que se introdujo en los Leccionarios: junto al uso clásico de los colores negro y rojo se usan diferentes fuentes tipográficas entre los textos destinados a ser proclamados (fuente tipo Serif) y el resto: rúbricas, títulos, etc. (fuente Sans Serif).

El permanente criterio de unidad con los Leccionarios y la buena acogida que el tipo de letra ha tenido entre los lectores habituales de la Palabra de Dios en la liturgia, ha llevado a utilizar la misma fuente.

En cuanto a las letras capitulares, se ha desarrollado una nueva colección a partir de la creada para el Evangelio en el Leccionario, pero más sencilla. Esta letra capitular se utiliza en las oraciones colectas, prefacios y otras unidades eucológicas destacadas. En el resto de oraciones la letra capitular está tomada de la misma fuente que el texto, como sucede también en el Leccionario con la primera y segunda lectura.

Excepción a estas normas han sido los evangelios de la Procesión del Domingo de Ramos, cuyo manuscrito está en el Misal, y las palabras de consagración del pan y del cáliz. Por la importancia de estos textos se han utilizado las mismas letras capitulares que en los evangelios del Leccionario.

Un nuevo guiño a la unidad con el Leccionario, se puede apreciar en las cornisas: más sencillas, pero utilizando un motivo ya presente.

Junto a todo esto, destacar el hecho de que se ha conseguido maquetar de tal modo, que es posible celebrar con este Misal sin necesidad de tener que bajar las manos elevadas en ningún momento por la necesidad de pasar la página.
Otro debate omnipresente en la edición del libro litúrgico es la cuestión de las imágenes. En esto, como en casi todo, los editores se encontraron que hay tantos gustos como usuarios de los mismos: desde los que reproducirían ilustraciones de misales de siglos pasados, a los que los convertirían en el catálogo de una exposición museística, sea del Siglo de Oro o de la más moderna de las pinacotecas.

En este sentido, se optó por desarrollar la línea iniciada en el Pantocrátor y el Tetramorfos del Leccionario; es decir, trabajando con la misma ilustradora todas y cada una de las imágenes del Misal y manteniendo la tensión entre un estilo eminentemente religioso y sagrado que tenga en cuenta la simbología y las leyes iconográficas universalmente reconocibles. Preservando la sencillez que se aleja de pretensiones artísticas que superan el ámbito para el que fueron creadas.
Las técnicas de impresión de imagen utilizadas en toda la obra, son las siguientes:

A cuatricomía más color oro, a toda página sobre un papel especial tipo cuché, de acuerdo con la tradición situada al inicio de las plegarias eucarísticas, conocida como la lámina del Te igitur.

Algunas, a dos colores y a toda página, al inicio de cada uno de los tiempos litúrgicos en el propio del tiempo, y de cada una de las otras partes del Misal.

Diversas, a dos colores y compartiendo página con el texto, en algunas fechas señaladas del propio de los santos.
Continuando en el ámbito artístico, mención aparte requiere el apartado musical del Misal: con el largo y minucioso trabajo de adaptación de aquellos textos con nueva traducción, se ha aprovechado para revisar y completar todo lo referente a las partes musicalizadas. Editorialmente hablando, el trabajo ha consistido en ofrecer unas partituras que, totalmente rehechas, ofrecen como uso novedoso el color rojo de las rúbricas para las líneas de los pentagramas. Además, el texto de cada una de ellas coincide en la fuente y en el tamaño con el resto de las oraciones.

Existe un antiguo debate respecto a la música en el Misal. Sobre si debe tener o no necesariamente las partituras de las partes que pueden ser cantadas. Lo cierto es que el hecho personal de que un presidente de la celebración pueda o sepa leer música no es razón suficiente para privar al libro litúrgico de esta riqueza, que no está en el ámbito del gusto o el capricho, sino de la misma esencia de la celebración.

En este sentido, se han incorporado en las plegarias eucarísticas principales las partituras de todas las posibles aclamaciones al memorial y de la doxología final.

Pero lo cierto es que, si bien no debería faltar nunca en el Misal la música, no todos pueden o saben leerla. Por ello, se decidió en esta edición, acompañar el libro de un triple CD en el que, en un total de 133 pistas, se encuentran las ilustraciones sonoras de todas y cada una de las partituras del misal, tanto las partes del presidente como las aclamaciones de la asamblea.

Por terminar la descripción editorial del Misal, se ha tomado la decisión de sacar el Appendix Missalis Romani del mismo libro como se encontraba hasta ahora en sus anteriores ediciones. Otros países y lenguas ya no incluyen en su tercera edición los textos latinos, pero en atención a quien pudiera precisarlos, éstos se adjuntan como ayuda juntamente con el triple CD. Se trata de un libro del mismo formato y con 96 páginas, que por su manejabilidad y por estar encuadernado, podrá ser de utilidad en encuentros con grupos de diversas lenguas o en viajes a otros países.

Se ha evitado en estas nuevas ediciones un “lujo excesivo”, comenta D. Manuel Fanjul, que hubiese aumentado necesariamente el precio…

«Todo este esfuerzo por la dignidad, la noble sencillez y el acompañamiento editorial al ministerio pastoral de nuestra Conferencia Episcopal -continúa D. Manuel- en la edición de sus Libros Litúrgicos propios quedaría altamente empañado, e incluso cuestionado, si los precios de nuestros libros los hicieran inalcanzables para algunos.

Por ello, un último servicio antes de enviar los libros a las Librerías diocesanas y al resto de las librerías que colaboran en su difusión es el momento de establecer el PVP.

Aun con todo, sabemos que este aspecto no siempre convence a todos; ni a los que les gustaría que fuesen más caros, porque serían mayores los márgenes; ni a quienes les gustaría que fuesen más baratos, porque cuando se trata de la liturgia todo les parece demasiado caro».

Por último, D. Manuel Fanjul García se deshace en elogios para todos los que han participado en la realización del nuevo Misal Romano, los Leccionarios y los Subsidios: «A todos, muchas gracias, porque gracias a vosotros y a vuestro trabajo, la Iglesia en España cuenta desde hoy con un Misal, editorialmente hablando, a la altura de los trabajos y esfuerzos de los obispos, consultores y peritos que han participado en la traducción y preparación de sus textos y, sobre todo, a la altura de lo humanamente esperable para servir fielmente al Misterio que se celebra y actualiza en cada Eucaristía».

Libros Litúrgicos en coedición con la Biblioteca de Autores Cristianos es también responsable de las ediciones litúrgicas de los episcopados de México, Colombia, Perú y Cuba. Recientemente, se ha editado el misal de la Iglesia greco-católica en rumano y español.

Desde su presentación oficial, en octubre del año pasado, no han cesado las muestras de agradecimiento, sugerencias, críticas y repercusiones de todo tipo a las oficinas de Añastro 1, donde se ubica la sede de Libros Litúrgicos, EDICE y la propia CEE.

Y en la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral, llegan a todos ustedes todas y cada una de estas publicaciones que pueden adquirir o reservar. Todos ustedes, cuentan como siempre, con nuestro habitual SERVICIO y COLABORACIÓN.

* Fuentes: Fuentes: CEE / Libros Litúrgicos / BAC / Soluziono / Cimadevilla
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