El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, visitará este jueves, 24 de septiembre, el centro penitenciario El Dueso de Santoña con motivo de la jornada de la Virgen de La Merced, patrona de los presos y de las instituciones penitenciarias.

Así, a las 11.30 horas, oficiará una misa en compañía de un grupo de internos y de los capellanes y voluntarios que trabajan en la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis, según ha informado el Obispado.

Esta es la segunda ocasión en que el obispo de Santander se acercará al Dueso, ya que el 26 de junio efectuó una visita al centro para mostrar, como nuevo pastor, su cercanía a los presos, uno de los colectivos que primero visitó tras tomar posesión de su cargo el pasado 30 de mayo.

Antes de esta visita, Sánchez Monge destacó «el valioso trabajo caritativo» que realizan los voluntarios de la llamada Pastoral Penitenciaria, que se encargan de atender a los presos, de orientarles y de asistirles espiritualmente.

Los capellanes de las cárceles y los voluntarios prestan un importante servicio mediante la compañía, la escucha o la ayuda y asesoramiento en distintos trámites administrativos de los presos.

En el Dueso hay cuatro voluntarios laicos que junto al capellán, José María Díaz, se encargan de esta labor pastoral y caritativa. Este equipo ha impulsado recientemente en el Dueso un programa para jóvenes reclusos de entre 18 y 27 años en colaboración con la psicóloga y con la educadora social del centro.

Además, está previsto que en octubre se lleve a cabo una salida de varios internos por Santoña en compañía de miembros y enfermos de la Hospitalidad Diocesana de Lourdes.

VIRGEN DE LA MERCED

Cada año, en la Jornada de Nuestra Señora de la Virgen de la Merced, la Iglesia pretende concienciar de la situación social que padecen las personas reclusas, que presentan un elevado grado de marginación y olvido debido, sobre todo, al desconocimiento de la realidad de la cárcel por parte de la inmensa mayoría de la sociedad.

El trabajo de los miembros que forman la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis, que preside el padre Trinitario del Santuario de la Bien Aparecida, Antonio Arteche, consiste en asistir al penal y acompañar a los reclusos; estar a su lado, interesarse sobre su situación familiar, escucharles y realizar labores de entretenimiento y educativas para mejorar su formación; es decir «hacer todo lo que vaya en beneficio de ellos y tratar de ver en estas personas a Cristo encarcelado».

Esta labor de los voluntarios fue reconocida hace unos meses por medio de una medalla que otorgó la Dirección de Instituciones Penitenciarias.