Un total de 26 sacerdotes vinculados a la Diócesis de Santander, conmemoraron en la mañana de este miércoles 10, mediante una Eucaristía, sus Bodas de Diamante, Oro y de Plata sacerdotales.

La misa de acción de gracias se celebró, a las 12,00 horas en el Seminario Diocesano de Monte Corbán y fue presidida por el obispo de Santander, monseñor Manuel Sánchez Monge.

En todos los testimonios recabados haciendo balance de sus vidas pastorales, los celebrantes coincidieron en que la misión sacerdotal había sido muy “gratificadora” y que “la familia fue un caldo de cultivo muy importante para despertar la vocación”. Igualmente se instó a los jóvenes que se estén planteando una vocación “a no tener miedo”.

Entre los testimonios figuró el del padre dominico, Guillermo Santomé Urbano, de 89 años de edad, que sigue manteniendo por internet contacto pastoral con las comunidades con las que trabajó durante 20 años en la selva amazónica, donde evangelizó y promovió centros de formación educativa. Este dominico se encuentra desde hace algunos años en el Santuario de Las Caldas de Besaya.

La celebración de hoy, se hace coincidir anualmente con la memoria litúrgica de San Juan de Ávila (10 de mayo), patrono del clero español, que nació en el año 1500 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) y que fue nombrado Doctor de la Iglesia hace pocos años.

Ocho Bodas Diamante

En el aparatado de “Bodas de Diamante” (60 años de ministerio), este año fueron un total de 8 los sacerdotes que celebraron esta conmemoración, todos ellos ordenados en el año 1957.

Se trató de Antonio Blanco Pomposo, Isaac García Gómez (escolapio), Norberto González Rodríguez (pasionista), Isidro Hoyos Gutiérrez, así como Julio Fontaneda Crespo, Francisco Rubalcaba López, Guillermo Santomé Urbano (dominico) y José Vivanco Romillo.

12 de Oro

En el grupo de Bodas de Oro, fueron doce los presbíteros que fueron ordenados hace cincuenta años, es decir, en 1967.

La nómina la formaron José Luis Benito Benito, Jesús Bilbao Azpeitia (franciscano), Anastasio Calderón Ruiz (misionero en Cuba), Benito Cavadas Rodríguez e Isidoro Gil Ruiz.

Figuraron, igualmente, Francisco González Sáez, Eduardo Guardiola Alfageme, Florián Martín Gonzalo, Pablo Ortega González (salesiano), Luis Javier Ruiz Ruiz, Antonio Sanz Arribas (claretiano) y Rafael Sánchez González (salesiano).

Seis de Plata

Para esta ocasión, en el apartado de Bodas de Plata sacerdotales (25 años de su ordenación), figuraron seis pastores que recibieron el sacramento de su ministerio en 1992.

Se trató de Vicente Benito Benito, Prudencio Cabrero Gómez, Juan José Castro González (salesiano), Luis Daimiel Fernández (agustino), Francisco Javier García Rojo (pasionista) y de Cesáreo Vía Bezanilla.

Este año se dio la circunstancia de que dos sacerdotes hermanos cumplieron sendas bodas de oro y de plata. Así, José Luis Benito Benito, actual párroco de Santa Maria de Cudeyo en Solares cumplió las de “oro”; mientras que su hermano, Vicente Benito Benito, actual párroco de Liendo, celebró las de “plata”.

A ellos hay que añadir a Román Benito Benito, un tercer hermano en el que también surgió la vocación sacerdotal que, aunque este año no cumplía ningún aniversario, sí estuvo presente en los actos acompañando a sus otros dos hermanos. En la actualidad Román Benito está de párroco de Sarón y comarca de Villaescusa.

Homilía del obispo

En su homilía, en una celebración repleta de sacerdotes y de religiosos de la Diócesis en la que también asistieron muchos familiares de los homenajeados, el obispo de Santander exhortó a los presbíteros a tener como referencia “a la Virgen María, y la mejor manera de imitarla es obedecerla en lo que Cristo nos manda”, señaló.

Mons. Sánchez dio “gracias a Dios por las bodas sacerdotales de estos pastores” y recordó a los ocho que cumplían en esta ocasión 60 años de servicio pastoral unas palabras de San Pablo en las que el santo señala que, en la medida que el cuerpo se va deteriorando, sin embargo, el hombre interior, va creciendo y madurando. De esta forma instó a que aprovecharan esta situación de madurez como una riqueza para ejercer su ministerio.

Igualmente, Mons. Sánchez se dirigió a los presbíteros que han cumplido bodas de oro y de plata (50 y 25 años de su ordenación). A ellos les pidió que siguieran caminando “en fidelidad” y que aunque ésta es un don de Dios, también “exige nuestra colaboración”. Además les exhortó a ser “creativos en su labor pastoral” y a evitar la rutina y a afrontar los retos que la vida va ofreciendo a la tarea pastoral.

Comida fraterna

Después de la misa se celebró un encuentro en el salón de actos de actos del Seminario en el que el obispo adelantó las directrices maestras del próximo Plan Pastoral.

El prelado avanzó que se fomentará la “pastoral de la santidad” porque “todos estamos llamados a la santidad” como ya se asentó en el Concilio Vaticano II (1962-1965). Para ello pidió ayudar a la gente “que hayan tenido un encuentro personal con Cristo. Si no sucede esto, no hay cristiano verdadero”, puntualizó el obispo.

Con posterioridad, tuvo lugar una comida fraterna que fue presidida por Mons. Sánchez.

En la festividad de San Juan de Ávila (1500-1569), patrono del clero español, la Iglesia recuerda al que fue pastor y maestro de pastores. También se pretende “honrar el don del sacerdocio con el que el Señor ha bendecido a la iglesia diocesana de Santander en la persona de los presbíteros”.

GABINETE DE PRENSA
Santander, 11 – Mayo 2017
www.diocesisdesantander.com