Olga es hija única y debe encargarse de cuidar a su padre D. Arturo, un hombre irascible y de carácter duro que sufre una enfermedad. Agobiada por su trabajo en el bufete de abogados necesita a alguien que le cuide de noche y recurre a la última persona a quien su padre querría ver: Sor Inés, una monja Sierva de María.

La película narra los inicios de esta congregación. Una institución religiosa originada en Madrid en 1851 por inspiración del sacerdote Miguel Martínez y que Soledad Torres Acosta guió en su desarrollo y expansión hasta su muerte en 1887.

Fueron años difíciles en los que la Madre Soledad y sus Siervas de María se enfrentaron a revoluciones, epidemias y persecuciones religiosas.

En 1915, a petición de las propias hermanas, el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes aprobó el primer plan de estudios para la obtención del título de enfermera. En junio de ese mismo año, 36 Siervas de María fueron las primeras enfermeras tituladas en España.

La congregación de Ministras de los Enfermos (SdM), fue fundada en un momento crucial de la historia de la Iglesia y de la asistencia sanitaria.

El rasgo característico entregado a Madre Soledad y a su familia espiritual es el carisma de “asistencia a los enfermos”. Una asistencia esmerada y gratuita, ejercida principalmente en los propios domicilios.

María Soledad Torres Acosta, cuyo nombre de nacimiento era Bibiana Antonia Manuela (2 de diciembre de 1826 – 11 de octubre de 1887) fue una religiosa española, natural de Madrid. Sus padres, Antonia Acosta y Manuel Torres, regentaban una lechería en la calle Flor Baja (hoy Gran Vía). De pequeña siente la llamada de Dios lo que le lleva a ayudar a personas necesitadas y dar catequesis, mientras asiste a una escuela gratuita. A los veinticinco años se cumple su deseo de entrar en religión en las Siervas de María, gracias al sacerdote Miguel Martínez y Sanz.

El iniciador de la obra, D. Miguel Martínez, es un sacerdote ejemplar, inteligente y de grandes dotes humanas. En 1848 le encargan la atención pastoral de Chamberí, un barrio de labriegos dispersos por minúsculos altozanos.

Pronto este barrio conseguirá la fama de ser el más castizo de Madrid. En junio de 1851, durante una charla entre algunos contertulios que frecuentan el lugar, uno de ellos se lamenta de tener una hija enferma y no contar con quien la cuide de noche.

D. Miguel, hombre sensible, un poco romántico y soñador, a quien nada se le pone por delante cuando se trata de la gloria de Dios, se embarca en la “aventura” de fundar un Beaterio con siete mujeres que se dediquen a cuidar a los enfermos de noche, sobre todo a los pobres, y les ayuden en necesidades extremas en sus casas sin cobrar nada, contentándose con las limosnas que les den y los donativos de personas piadosas.

Manuela, junto con otras seis compañeras, tomó el hábito de la nueva congregación el 15 de agosto de 1851, cambiando su nombre de pila por el de María Soledad. Nacían así las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.

Soledad Torres Acosta fue canonizada por el Papa Pablo VI en 1970.

Existe entre las Siervas de María, desde tiempos de Santa Soledad, una práctica piadosa, símbolo de toda su espiritualidad: El amor al Divino Enfermo. Los primitivos Reglamentos dejaron constancia de ello: “En todas las enfermerías de la Congregación habrá una imagen de talla y muy devota de Ntro. Señor Jesucristo con el título de ‘El Divino Enfermo’, colocada sobre un lecho modesto, pero decente; ora para que las Hermanas le recuerden y le adoren con frecuencia en las asistencias, ora para que nuestras enfermas lleven sus padecimientos con mayor fortaleza y mérito. Recuerden las Hermanas que los enfermos son imágenes vivas del Señor y sírvanles como al mismo Señor”.

El Cristo de Santa Soledad es el Dios hecho hombre, humillado hasta la muerte de Cruz, pero además es el Cristo vivo, viviente en su Iglesia a través de los enfermos.

En Santander, el estreno de Luz de Soledad tuvo lugar en el Cine Los Ángeles a finales de octubre del año pasado.

Con una excelente acogida y el deseo de poder contar pronto con la película -en formato doméstico- y la propia banda sonora.

Ese momento ha llegado. Nos complace anunciar que ya está DISPONIBLE en la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral, el film -en DVD y Blu-Ray- así como también la música en disco compacto.

DVD / Blu-Ray = 15,95€

CD (BSO) música = 12,50€