Queridos diocesanos.

Os anunciamos la vida eterna: que estaba junto al Padre y se nos manifestó. Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos para que también vosotros viváis en esta unión nuestra que nos une con el Padre y con su Hijo Jesucristo. (1Jn 1, 2-3)

Con esta cita de la Primera Carta del Apóstol S. Juan comienza la Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación (Dei Verbum) del Concilio Vaticano II. En ella leemos: Quiso Dios, con su bondad y sabiduría, revelarse a Sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad. Por Cristo, la Palabra hecha carne, y con el Espíritu Santo, pueden los hombres llegar hasta el Padre y participar de la naturaleza divina. En esta revelación, Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos, para invitarlos y recibirlos en su compañía. (DV 2)

La Iglesia ofrece para “alimento” de todos los fieles una doble mesa: la mesa del Cuerpo de Cristo y la mesa de la Palabra de Dios. Porque es tan grande el poder y la fuerza de dicha Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia y firmeza de fe para sus hijos. (DV 21)

La nueva etapa evangelizadora que estamos promoviendo en nuestra diócesis, siguiendo las orientaciones del papa Francisco, requiere la familiaridad con la Palabra de Dios y esto exige a la diócesis, parroquias y a todas las agrupaciones católicas, proponer un estudio serio y perseverante de la Biblia, así como promover su lectura orante personal y comunitaria (Evangelii Gaudium nº 175). Nuestro tiempo, proponía el papa Benedicto, ha de ser cada vez más el de una nueva escucha de la Palabra de Dios y de una nueva evangelización (Cf. Verbum Domini, 122).

Es necesario redescubrir y anunciar la Palabra de Vida que nos introduce en la Revelación del Dios de la Misericordia que celebramos en el Año Jubilar que concluirá en nuestra diócesis el 13 de noviembre de este año.

Desde la clave de la Palabra de Dios como Palabra que desvela el rostro de la misericordia divina, el Servicio Bíblico Diocesano propone y ofrece, a las parroquias de la diócesis, una SEMANA BIBLICA que tendrá como centro la misericordia de Dios en el Evangelio de Lucas. Se va a desarrollar en noviembre, del día 7 al 11.

Conmemorando este Año Santo, la Palabra de Dios debe ser de nuevo presentada, no sólo a los creyentes de la comunidad parroquial y personas que forman los grupos bíblicos, sino también a otras personas que quieran acercarse; o a todas aquellas que, aún alejadas, sientan el deseo, atracción o curiosidad por las Sagradas Escrituras, por el mensaje creyente, con la esperanza de encontrar una “fuente de agua viva” en sus vidas.

“Ven y verás” (Jn 1, 39.46) La invitación, por parte de Jesús, a sus dos discípulos en el Evangelio de Juan, debe convertirse, sin miedos, en nuestro programa de actuación.

Toda la diócesis, a nivel parroquial o arciprestal, queda emplazada a celebrar esta SEMANA BIBLICA DE LA MISERICORDIA puestos los ojos en Aquel que es Camino, Verdad y Vida, rostro de la Misericordia y de la Alegría del Padre.

Con mi afecto y bendición,

+Manuel Sánchez Monge,
Obispo de Santander