El obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge, presidirá este jueves 11 de febrero, a las 17,00 horas, en la catedral, una misa a la que asistirán numerosos enfermos procedentes de varias residencias de Santander; algunos de ellos acudirán en transporte adaptado.

Esta Eucaristía, de carácter anual, se oficiará con motivo de la celebración de la Virgen de Nuestra Señora de Lourdes, día en el que se conmemora la Jornada Mundial del Enfermo, que este año cumple su XXIV edición.

Así, se espera que acudan a esa Eucaristía usuarios y enfermos de las residencias de la Caridad, San Cándido y Santa Lucía de Santander, entre otras, a los que se unirán otros enfermos, así como profesionales de la medicina y de la sanidad.

Igualmente, estarán presentes los miembros y voluntarios del Secretariado Diocesano de la Pastoral de la Salud que preside Iñaki Mardones, y es costumbre también la presencia de religiosos y de personal técnico del Hospital de San Juan de Dios (Santa Clotilde) y del centro Padre Meni (Hospitalarias del Sagrado Corazón) así como de residencias de mayores.

De igual modo, en la celebración se hallarán miembros de la Hospitalidad Diocesana de Nuestra Señora de Lourdes que cada primavera asisten hasta el santuario francés en peregrinación acompañando a numerosos enfermos de la Diócesis, algunos de ellos impedidos.

Iñaki Mardones explicó que, con la jornada de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia inicia una campaña que este año lleva por lema, “María, icono de la confianza y del acompañamiento”. La campaña se prolongará hasta el próximo 1 de mayo, coincidiendo con el VI Domingo de Pascua.

Tanto en la jornada de este jueves 11, como en la del mes de mayo, “recordamos a los enfermos de nuestra Diócesis”, a sus familias y a los profesionales de la Salud, “y resaltaremos la entrega y el compromiso” común que “hemos adquirido de servir a la salud y a la evangelización del mundo sanitario”, precisó Mardones.

Esta Jornada del Enfermo fue instituida por San Juan Pablo II para que fuera “un momento fuerte” de oración, de participación y de ofrecimiento del “sufrimiento para el bien de la Iglesia”.

Este día es también “una invitación a todos” para que “reconozcan” en el rostro del “hermano enfermo”, el santo rostro de Cristo que, sufriendo, muriendo y resucitando, “realizó la salvación de la humanidad”.

Entre los objetivos del Día del Enfermo está la de “sensibilizar” al pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias católicas y “a la misma sociedad civil” de la necesidad de “asegurar la mejor” asistencia a los que padecen.

El Secretariado diocesano de pastoral de la salud, está compuesto por un equipo de religiosos, capellanes y de laicos que tienen como objetivos coordinar, aglutinar y potenciar toda la actividad pastoral de los enfermos y de la promoción de la salud. Para ello, se intenta trabajar en los hospitales, parroquias, así como en centros de enfermos mentales.

Este equipo, igualmente, “trata de estimular y de aliviar a las personas que sufren por falta de salud para que se sientan valoradas y acogidas por la comunidad”, explicó Iñaki Mardones.