Mientras nos acercamos al ecuador del Año Jubilar de Santo Toribio de Liébana, somos más conscientes de la importancia de este gran acontecimiento. No tanto por las estadísticas y la cantidad o la calidad de las ilustres visitas, sino porque cada día, se acrecienta en nosotros un sentimiento de pertenencia y de inspiración espiritual que proviene de la gloria de la propia Cruz -en efecto: nuestra gloria, Señor, es tu Cruz- y somos capaces de compartir (a nuestro moderno modo de ver y sentir) las experiencias del Beato de Liébana.

Desde el comienzo, contábamos con la carta pastoral de nuestro Señor Obispo de Santander, Monseñor Manuel Sánchez Monge, presentada un mes antes de la apertura de la Puerta del Perdón (boletín de la LPS nº38).

Más adelante, tuvimos oportunidad de conocer -y desde entonces, adquirir- el CD más el libreto del Cantoral Litúrgico Lebaniego que nos brindara nuestro querido y admirado D. Juan Jáuregui Castelo (boletín de la LPS nº50).

Desde la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral, seguimos ofreciéndoles una selección de textos del y sobre el Beato, así como detalles que dejen constancia de este privilegiado tiempo que estamos viviendo en la Iglesia de Cantabria y Mena.

En esta ocasión, queremos destacar especialmente el último trabajo de nuestro sacerdote D. Ignacio Ramón Ortega Fernández, Nacho.

Y para hacerlo del mejor modo posible, sin dudarlo, recurrimos a la presentación que el autor hace con sus propias palabras. Las mismas que nos desvelan los nobles motivos que, de forma inspirada, confluyen en la realización de esta gran propuesta.

«Cuando comienzas a elaborar una idea, escribir sobre el Lignum Crucis, te dedicas a investigar, a leer, a plantearte líneas de desarrollo, a canalizar todo lo que estás recopilando, aprendiendo.

Enseguida surgieron muchas preguntas, y observé que eran las que pocas veces se hacen los manuales, las guías.

Descubrí una realidad: la importancia, la devoción, la trascendencia, que en los siglos X al XVI, tenía el Lignum Crucis, para que un papa como Julio II en el 1512, promulgara una BULA. Miles de peregrinos, miles de hechos de sanación, de cambios de vida, tuvieron que llegar a oídos del papado, para conceder ese privilegio: la redención de los pecados.

Es la fuerza de atracción, al tener presente y recordar que, Jesús el Hijo de Dios, que murió en una Cruz, es quien nos debe impulsar a acercarnos a ella con ese sentido profundo.

Y me remito a los objetivos que verás en el prólogo del propio libro:

• La Cruz signo de amor, su búsqueda desde diversos puntos, diversas circunstancias, pero todos convergen en ese entramado de hilos que forman la Cruz.
• Descubrirás interrogantes a los que hemos intentado responder.
Por último, Nacho nos señala que:
• El Lignum Crucis nos hace ver su capacidad de sanación, de transformar la vida personal y poner en práctica una labor humanitaria: la Escolarización en un país concreto, R. D. del Congo, en la diócesis de Mbuji-Mayi»

Y es que, como en aquella ocasión -noviembre del año pasado- que citamos en el boletín de la LPS nº22, esta nueva obra también está publicada por Ediciones Tantín y los beneficios serán íntegramente destinados a la Fundación Adelante CON África (ACONA) y su proyecto principal: el Centro de Salud y Maternidad San Jorge (Kapangila).

Nuevas publicaciones que, como siempre, les esperan y estamos encantados de ofrecerles en SERVICIO y COLABORACIÓN en la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral.
Fuentes: Obispado de Santander / Ediciones Tantín / San Jorge