Los sacerdotes de toda la Diócesis de Santander, están convocados para este miércoles 31 de marzo, con el fin de participar en la catedral en la tradicional Misa Crismal que será presidida, por el obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge.

El sentido de esta antigua celebración, que se iniciará a las 11 de la mañana, es el de manifestar la comunión de los sacerdotes con su obispo, por lo que es costumbre que en este día asistan numerosos presbíteros de la Diócesis. Como es habitual, en la celebración se tendrán en cuenta las normas de aforo establecidas por los organismos de sanidad y las medidas profilácticas por el COVID.

Dado el profundo sentido de esta celebración, se “invita a los fieles” a participar en la misa crismal, porque “contemplarán en ella a los sacerdotes de su Diócesis reunidos con su Pastor”, y será una Eucaristía en la que se tendrán “muy presentes a todos los enfermos que necesitarán del auxilio de Dios a lo largo del año”.

Esta misa hace referencia, igualmente, a los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, Eucaristía, Confirmación), y durante la celebración los sacerdotes renuevan sus promesas y “su entrega al Señor” para seguir sirviendo a sus comunidades.

Además, en esta Eucaristía, el obispo consagra todos los años el Santo Crisma y también bendice los Santos Oleos, que este día estarán depositados en tres grandes ánforas situadas ante el altar. Para ello, el obispo empleará un antiguo rito según la tradición de la Iglesia.

Santo Crisma

Así, con el Santo Crisma, se ungirán, a lo largo del año, a todos los recién bautizados; sustancia que también servirá para sellar a los nuevos confirmados y para ungir a los sacerdotes que sean ordenados.

Este crisma también se utiliza en la dedicación de las iglesias, en la consagración de los altares y se emplea para ungir en la cabeza a los nuevos obispos cuando son revestidos con esta dignidad.

Para consagrar en Santo crisma, compuesto por aceite de olivas, el obispo sopla hacia el interior de una gran ánfora, mientras invoca al Espíritu Santo. Además, a esta sustancia se la añade un perfume, de modo que cuando se unge a los fieles, “éstos difundan una agradable fragancia, como signo de que los cristianos propagan el aroma del buen olor de Cristo”.

Santos Óleos

Por su parte, con el óleo, son signados los catecúmenos como preparación y disposición previa al bautismo; esta misma sustancia sagrada es empleada por la Iglesia para impartir el sacramento de la Unción de enfermos para que éstos “reciban el alivio en su debilidad y consigan el perdón de sus pecados”.

Sentido de la Misa Crismal

La Misa Crismal es una de las celebraciones con mayor sentido espiritual del año litúrgico, aunque es poco conocida por los fieles.

Se trata de una celebración propia de la mañana del Jueves Santo, día de la institución del ministerio sacerdotal que, en la práctica actual de la Iglesia, y para facilitar la participación de los sacerdotes, se suele adelantar al miércoles santo. El mismo Concilio Vaticano II (1962-65) resalta que se trata de un día en el que los sacerdotes de la Diócesis concelebran la Eucaristía con su obispo, “lo que representa un signo de unidad”.