Tres años desde la última ordenación diaconal en nuestra diócesis. Sin embargo, aunque la cantera de candidatos parezca exigua para nuestras necesidades pastorales, van completando su proceso formativo e itinerario vocacional los seminaristas que entran en la comunidad formativa del Seminario Metropolitano de Oviedo, en la que estos últimos años se ha formado Eliar, el nuevo diácono ordenado hoy por D. Arturo, nuestro Obispo.
Eliar Omar Blandón Gadea (Jinotega, 1996) comenzó su andadura en su tierra natal de Nicaragua, desde la que se le envió a estudiar a Pamplona, tras culminar sus estudios filosóficos en el Seminario Nacional Ntra. Sra. de Fátima, para seguir los estudios teológicos. Nunca tuvo en su pensamiento el cambiar su tierra por la nuestra. Pero aquí resuena una afirmación de san Pablo “inescrutables son sus caminos”
Cambiar el bate de béisbol por el libro
Desde pequeño sus primeros recuerdos están vinculados con la vivencia de la fe en familia y con su afición por el béisbol, deporte que despertaba pasiones en su hogar. Parecía que él iba a seguir la senda de su padre y su tío en este deporte, pero terminó desencantándose en su debut en la liga profesional.
Tuvo claro que aquello no le iba a aportar felicidad. En ese momento su afición por la lectura se fue haciendo fuerte y se decantó, entre varias posibilidades de estudios, por dar respuesta a Dios que le llamaba a entregar su vida en el sacerdocio.
Precisamente, para poder llegar a esa meta, han sido necesarios todos estos 10 años en los que la formación se ha dilatado y, más importante que lo intelectual, se ha ido fraguando su corazón para disponerlo al ministerio que hoy comienza.
El diaconado es un ministerio de carácter estable, para muchas personas que tienen esa vocación concreta, pero en el camino hacia el sacerdocio es uno de los pasos sine qua non, que dispone desde el servicio a asumir el oficio presbiteral en la Iglesia.
El diácono puede realizar diferentes servicios dentro de la Iglesia, desde bautizar, celebrar matrimonios y presidir las exequias, hasta bendecir y predicar, y así le ha invitado D. Arturo a descubrirse como servidor de la palabra y de los pobres. Así acercarse a la Palabra, “a la fuente de tu vida, porque tú vas a ser servidor de la palabra”. Aunque el ministerio propio del diácono es el servicio de la caridad y por ello concluía: “Servidor de los pobres… de los necesitados. Son los predilectos de Jesús y nosotros con nuestras riquezas no podemos estar lejos de ellos: debemos contagiarnos de esas pobrezas para saborear las delicias de la presencia del Maestro en nuestras vidas.”
La ceremonia ha estado presidida por D. Arturo y concelebrada por un numeroso grupo de sacerdotes, de Santander y Oviedo; además de los diáconos permanentes que han querido acompañarle y darle la bienvenida en ese ministerio compartido.
D. Arturo en su homilía, al hilo del evangelio proclamado en el marco de la celebración, ha invitado a Eliar a mirar “desde la perspectiva de Jesús. Siempre hay que hacerlo porque, desde el otro punto de vista, nos situamos en esa actitud receptiva; pero también nosotros en nuestro ministerio sacerdotal, en el tuyo como diácono, tenemos que ver esa otra mirada necesaria. Porque con la mirada de Jesús se ven las cosas distintas. Nuestra mirada es a veces limitada, incluso condicionada […] porque tenemos que responder con inmediatez a lo que ven nuestros ojos. ¡Jesús ve más allá! ¡Ve en profundidad! ¡Ve en lo hondo del corazón, los sentimientos de las personas que se acercan a Él!”. Y le pidió: “Eliar… deja que el Señor te mire[…] hoy presentas tu vida, tus grandezas y tus pobrezas… tus grandes deseos […] Tal vez llegas con esas inquietudes propias de nuestra condición humana. No temas, porque la mirada de Jesús descansó en tu corazón hace mucho tiempo […] Tú has buscado, has caminado, has sufrido, has mantenido la fe, hijo mío […] Has creído en Jesús y has saboreado las primicias de la llamada a la vocación sacerdotal.”
No han querido perderse este gran acontecimiento diocesano grupos de fieles provenientes de las parroquias en las que ha estado de pastoral, de modo especial Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera.
La ausencia lógica, pero significativa, han sido los familiares cercanos del ordenando, de modo especial sus padres, Omar y Genara, que lo han podido seguir en directo desde Nicaragua a través de la cobertura y retransmisión que ha ofrecido PopularTV Cantabria.
Al finalizar la Misa, nuestro Obispo invitaba a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Dios, que merece la pena y siempre nos hará felices.
En los próximos meses, Eliar desempeñará su ministerio diaconal allí donde D. Arturo le envíe, y seguirá así dando respuesta a la llamada de Dios, en su proceso vocacional con el siguiente paso: la ordenación presbiteral.