En la tarde de este lunes se ha dado el pistoletazo de salida a las XX Jornadas Diocesanas de Formación Pastoral, celebradas, como cada año, en el Seminario Diocesano de Monte Corbán y cuyo comienzo ha sobrepasado cualquier expectativa en lo que a asistencia se refiere.
Alrededor de 200 personas han acudido a la jornada inaugural, que comenzó con la acogida, con el clásico reparto de carpetas con toda la documentación y materiales necesarios para estos días. A continuación, los asistentes se trasladaron a la capilla, donde nuestro Obispo, D. Arturo Ros, condujo la oración inicial, en la que asentar emociones y pedir por el éxito de las Jornadas y por su buen rendimiento en nuestros corazones.
El primer conferenciante de esta edición ha sido precisamente D. Arturo, en cuya ponencia, titulada «Vivir nuestra fe con esperanza» ha tratado el concepto conductor de estas Jornadas, la esperanza, y ha afirmado que «sin fe no hay esperanza, el amor de Dios estructura nuestra vida y nos perfecciona. Sin él no hay esperanza». Y es que la ponencia ha potenciado la reflexión sobre este y otros temas relacionados; reflexión que, durante el turno para las preguntas y el coloquio salieron a la palestra, con cuestiones interesantes de un público muy interesado en la esperanza.
El clásico café solidario es un momento para el encuentro, la puesta en común y que, como siempre, da paso a los talleres, en los que los participantes trabajan temas de interés que pueden ayudarles a potenciar aspectos de su vida o del servicio que prestan en sus parroquias y comunidades.
Sin duda, un encuentro que hasta el jueves nos traerá mucho contenido, de ese con sentido, del que nos puede ayudar a mejorar como cristianos y como personas; porque no se trata de llenar vacíos, sino de completarnos, fortaleciendo nuestra fe y compartiendo experiencias con los que tenemos cerca. Continuemos seguros y esperanzados porque Él está con nosotros y en nosotros.