Los santanderinos han dado este sábado una bienvenida multitudinaria al nuevo obispo de la diócesis, monseñor Manuel Sánchez Monge, quien durante su homilía, ha instado a prestar más atención a los jóvenes y a no “escatimar esfuerzos” en su formación.

La catedral se ha quedado pequeña para acoger al numeroso público que ha querido presenciar la toma de posesión del nuevo obispo de Santander, una ceremonia en la que Sánchez Monge ha estado arropado por numerosos obispos y por el Nuncio Apostólico de su Santidad en España, Monseñor Renzo Fratini.

También han acudido fieles de Galicia y Palencia, su tierra natal, y las principales autoridades de Cantabria, entre ellas el presidente regional en funciones, Ignacio Diego, el alcalde de Santander en funciones, Iñigo de la Serna, y el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, así como representantes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, la Universidad de Cantabria, etc.

Sánchez Monge ha ofrecido a las autoridades su “lealtad” para colaborar como obispo “en todo lo que se refiera al bien común de la sociedad y al bienestar social, cultural y espiritual de nuestro pueblo”.

El nuevo obispo ha señalado que no trae un programa pastoral propio, sino que asume el Plan Pastoral Diocesano para el trienio 2014-2017 elaborado en Cantabria, que se fija en cuatro prioridades: familia, jóvenes, dimensión social de la caridad y cultura vocacional.

ESCUCHAR A LOS JÓVENES

Sánchez Monge ha instado a escuchar de un modo especial a los jóvenes. “Necesitan ser escuchados en sus logros y en sus dificultades. Hay que saber sentarse para escuchar quizás el mismo libreto, pero con música diferente. Sepamos perder el tiempo con ellos. Sembrar cuesta y cansa, ¡cansa muchísimo! Y es mucho más gratificante gozar de la cosecha… Pero Jesús nos pide que sembremos en serio”, ha dicho.

En este sentido, ha llamado a los feligreses a “no escatimar” esfuerzos en la formación de los jóvenes. “Ayudemos a nuestros jóvenes a redescubrir el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente por Dios. Esto es muy difícil, pero cuando un joven lo entiende, ayudado por el Espíritu Santo, lo acompaña toda la vida después. Educarlos en la misión, a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe”, ha añadido.

Sánchez Monge también ha instado a “cerrar la puerta de nuestro corazón a todos los ‘ídolos’: al halago fácil, a la gloria mundana, a la concupiscencia, al poder, a la riqueza, a la maledicencia”.

Además, ha apostado por una iglesia “evangelizadora” y ha llamado a los feligreses a ser “discípulos misioneros”. “No nos quejemos de los tiempos que nos toca vivir, no cultivemos el deporte de la queja. Seamos positivos y, desde el encuentro con el Señor, seamos capaces de encontrarnos con las personas especialmente con las más despreciadas y desfavorecidas”, ha dicho.

En este sentido, les ha pedido que “no tengamos miedo a salir e ir contra la corriente; a ir al encuentro de los alejados, de los pecadores. No podemos bloquearnos por los prejuicios, las costumbres, rigideces mentales o pastorales, por el famoso ‘siempre se ha hecho así’. Seamos discípulos misioneros”, ha añadido.

El nuevo obispo, que ha tenido palabras de agradecimiento para sus antecesores en el cargo, José Vilaplana y Vicente Jiménez Zamora, se ha declarado “impresionado por las manifestaciones de gratitud y cordialidad” que le han dispensado los “montañeses” desde el día que se hizo público su nombramiento como obispo de Santander.

“RICA TRADICIÓN”

“Vengo a una Iglesia particular, con una rica tradición de santos, de cristianos eminentes, de realizaciones sociales y culturales magníficas. Todo esto quiero hacerlo mío con honda gratitud”, ha afirmado.

A la ceremonia han asistido feligreses de Mondoñedo Ferrol, Diócesis de la que procede el nuevo obispo de Santander, así como de Palencia, su tierra natal.

También han acudido el Arzobispo de Madrid, el cántabro Carlos Osoro, y el anterior obispo de Santander, Vicente Jiménez que fue designado en diciembre pasado Arzobispo de Zaragoza, resultando así vacante la sede episcopal de Santander.

Igualmente, han asistido los cardenales Ricardo Blázquez y Antonio María Rouco, así como los obispos de Toledo, Santiago de Compostela, Burgos, Oviedo, León, Astorga y otros.