Debido a las condiciones meteorológicas de este jueves, la misa principal se ha tenido que celebrar en el interior del Santuario. Pese a ello, miles de peregrinos no han querido perderse su tradicional cita con la Buena Madre y han caminado desde la madrugada hacia el templo de Hoz de Marrón por las 15 estaciones que contempla el Vía Crucis desde Ampuero.

En la ceremonia litúrgica, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, en compañía de sacerdotes de la diócesis y religiosos de la orden de los Trinitarios, ha resaltado el papel de la Virgen María como «Reina y madre de misericordia». «Toda su vida estuvo orientada al descubrimiento, la contemplación y realización de la misericordia de Dios y desde su experiencia nos enseña que la misericordia es el atributo fundamental de Dios», ha afirmado.

Por otro lado, el obispo ha recordado que el actual Plan Pastoral se sigue basando en «una Iglesia Diocesana en conversión y en salida» hacia los más desfavorecidos, donde la familia cristiana adquiere un papel fundamental por su «amor».

Finalmente, Sánchez Monge ha recordado que a partir de abril de 2017 se celebrará el Año Jubilar Lebaniego con el lema «Nuestra gloria, Señor, es tu cruz», porque la «cruz es signo de vida, de esperanza y de gloria» para los que se unen al misterio pascual de Jesucristo.

Desde la seis de la mañana se han celebrado distintos actos litúrgicos en el santuario en honor a la Virgen Bien Aparecida y un grupo de sacerdotes ha confesado y atendido espiritualmente a los fieles.