Un grupo de hasta 83 personas hemos participado en las XXXVIII JORNADAS INTERDIOCESANAS DE PASTORAL DE LA SALUD que han tenido lugar en Covadonga (Asturias) los días 12, 13 y 14 de Marzo con el lema “ACOMPAÑAR A LA FAMILIA EN LA ENFERMEDAD-AHÍ TIENES A TU HIJO… AHÍ TIENES A TU MADRE Y DESDE AQUELLA EL DISCÍPULO LA ACOGIÓ EN SU CASA (JUAN 19,27)”.

Comenzamos el Encuentro con la acogida del Equipo de la Delegación de Pastoral de la Salud de Oviedo a los participantes procedentes de las diócesis de Astorga, León, la propia de Oviedo y Santander en la Casa de Ejercicios.

Posteriormente nos acercamos al salón de actos de la Escolanía dónde Adolfo Martino, Abad de Covadonga y Vicario episcopal de Gijón y Oriente inauguró las Jornadas dando la bienvenida a Covadonga en el marco del Año Jubilar con el lema: “Muéstrate Madre y Reina de todos Nosotros” y excusó la presencia del Arzobispo, Don Jesús Sanz, por estar participando en el Funeral por Don Elías Yanes en Zaragoza.

La primera ponencia llevaba por título. “Acompañamiento de la familia en la enfermedad a luz de Amoris laetitiae” y fue impartida por José María Hevia, Sacerdote, Historiador, Párroco, Formador del Seminario, en la que combinando imágenes de arte, objetos pedagógicos y sus amplios conocimientos, nos hizo profundizar en el contenido. Nos indicó que el arte del acompañamiento consiste en peregrinar al otro y descalzarse porque estás en tierra sagrada. Comenzó por el Ver: como Jesús nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano. Ante la realidad de las dificultades por las que atraviesa la familia y la cultura del descarte de las personas la ternura es un remedio eficaz. En el Juzgar nos indicó como para enfrentar una crisis se necesita estar presente. Como Dios es una comunidad de amor donde se dan cita la Filia (Hospitalidad, Palabra y Cuidado), el Eros (Sexo, Fiesta, Estímulo) y Agape (Consuelo, Mirada y Abrazo) y nos recordó este precioso verso del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz: “Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura. El actuar iba encabezado por la invitación de Lucas 1,77 para dar la ciencia de la salud, acompañado del Canto Cerca está el Señor. La Misericordia es el criterio de “acción y discernimiento”. También la invitación a descubrir cómo sacar luz de las dificultades de la vida. La presencia de la Gracia en nuestra vida: “Yo sé lo que quiero pero Dios sabe lo que necesito”. Nos recordó la definición de la Iglesia como Hospital de Campaña después de una batalla, nos recordó el testimonio de Ernesto Sábato de como había encontrado la felicidad acompañando a su mujer muy enferma y nos recordó el poema del amor feliz de Szymborska. Ha sido una charla muy luminosa y estimulante.

Después de la comida y la exquisita atención de las Religiosas que atienden la Casa de Ejercicios y que se repetiría durante todo el encuentro, tuvimos un trabajo en grupo para descubrir que experiencias positivas descubríamos en la atención a los enfermos y sus familias y también qué dificultades y qué actitudes deberíamos cultivar.

 Tras el café nos dirigimos a la Basílica dónde la celebración de la Eucaristía estuvo animada por la Diócesis de Santander y presidida por José Reinerio Fernández Iglesias, que en la homilía nos invitó a profundizar en la Teología de la Salud, como Dios quiere nuestra salud integral y cómo las lecturas nos invitaban a la alegría y la esperanza.

En el salón de actos de la Escolania tuvimos la puesta en común del trabajo en grupos y comenzamos el visionado de la película “Mi vida sin mi” sobre una mujer que ante la inminencia de su muerte se preocupa de todas las personas que tiene a su alrededor.

Para vivir con plenitud el Jubileo de Covadonga, tuvimos una celebración penitencial y tras la cena culminamos el visionado de la película.

El martes 13 de marzo tras el Desayuno tuvimos los laudes y la Eucaristía en la Basílica animada por la Diócesis de Astorga y presidida por Manuel García Gutiérrez quien con su pasión característica nos invitaba a vivir la alegría de la fe.

En el salón de la Escolanía dimos inicio a una “maratoniana” jornada que estuvo a punto de acabar con nuestras reservas de energía y paciencia, pero que finalmente se pudo coronar la cima con la ayuda de todo el grupo. Se presentó el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas por Gloria, Enfermera en un hospital público Santa María del Naranco, por parte de Oviedo y de Ana, Médico y Walter, Pastoralista, de los Equipos de Atención Psicosocial (EAPS) del Hospital de Santa Clotilde, de los Hermanos de San Juan de Dios en Santander.  Tras la gasolina del café y el descanso, Xabier Azkoitia, coordinador del Servicio de Atención Espiritual del Centro de Humanización de la Salud y del Área del Voluntariado del mismo en Tres Cantos (Madrid), inició la reflexión sobre la Familia del Enfermo y la Familia de la Enfermedad desde el Evangelio, desde la Sanación que ofrece Jesús de Nazaret, como norte de la brújula de nuestra actuación.

Tras la comida y cuando parecía que no íbamos a poder más, el aterrizaje a la cuestión por medio de la Empatía, por medio de casos reales, nos alivió y nos ayudó a profundizar en el mismo.

Tuvimos las Vísperas en la Colegiata de San Fernando, animadas por la Diócesis de Oviedo y presididas por Ángel Fernández Llano, Párroco, antiguo rector del seminario y decano de la Pastoral de la Salud de su Diócesis. Al final, cantamos la Salve Popular en la Gruta de la Santina, lo que nos tocó el corazón. Cenamos.

Después de la cena, y sin saberlo nadie, tuvimos el “plato fuerte” (Fabada, Arroz con Leche, Sidriña) de las Jornadas, marca de la casa de los asturianos. En un auditorio lleno de participantes de las Jornadas, Chavales de la Escolania acompañados del Abad, y las religiosas de la Casa de Ejercicios y las que acompañan y atienden la Escolanía, tuvimos la actuación del Mago Serres, que llevó ilusión, sonrisas y algún que otro plátano y billete de 20 euros a Ovidin.  Fue un ejemplo claro de como para acompañar en Pastoral de la Salud o en cualquier otra faceta de la vida, tenemos que estar primero esponjados, con ilusión y ganas.

El último día de las Jornadas, el miércoles 14 de Marzo, celebramos los Laudes en la Colegiata de San Fernando, animados por la Diócesis de León, y presididas por JuanJe, que nos invitó a orar con los Salmos y a dar Gracias por todos los regalos que nos hace Dios.

 Tras el desayuno y de la mano de Luis Ricardo, Delegado de Oviedo, tuvimos un sentido homenaje a Luis González Morán, asiduo ponente en nuestras jornadas, y que nos dejó siempre un poso de sabiduría, una pasión por su vocación sacerdotal y una sonrisa en los labios con su buen humor. Seguidamente hicimos un recorrido por Covadonga sin salir de la Sala de la Escolanía.

 La última charla de nuestras jornadas “Jesús y la familia ante la enfermedad” fue impartida por Alejandro González, Sacerdote de la Diócesis de Oviedo, nacido en Burgos, y a quien la enfermedad ha acompañado y acompaña en su vida. Desarrolló los materiales elaborados por la Conferencia Episcopal Española a través del Departamento de Pastoral de la Salud, destacando que la familia está al servicio del Reino, que la familia tiene que estar marcada por la fraternidad, que la familia tiene que abrirse a todo enfermo y necesitado. Como Jesús renuncia a la propia familia por amor al necesitado y como Jesús se sitúa ante la familia del Enfermo. Acabo su intervención abriendo un coloquio sobre cómo es la familia que Jesús quiere y alguna actitud concreta que Jesús ofrece a la familia del enfermo. Antes de la Eucaristía de Clausura, la Diócesis de Oviedo dio el relevo a la de Astorga para las próximas jornadas, dicho de otra manera: Luis Ricardo le otorgó la responsabilidad a Manolo, el Astorgano.

 La Eucaristía Jubilar ha puesto el broche final a estas Jornadas. Presidida por el Vicario General de la Diócesis. Jorge Fernández Sangrador, quien en la Homilía ha subrayado la vitalidad y la pujanza que está actividad tiene en la Provincia Eclesiástica, ha subrayado la necesidad del Encuentro con Dios y como Covadonga cumple está función.  Con la comida hemos concluido este momento de Gracia, de Compartir, de Celebrar y de Llenar el Pozo, que son las Jornadas Interdiocesanas de Pastoral de la Salud y ahora volvemos para comunicar “lo que hemos visto y oído” especialmente a las personas que padecen la enfermedad y sus familias

Iñaki Mardones
Delegado Pastoral de la Salud