El pasado sábado 16, a las 12:00 comenzaba la Misa con la que se ponía oficialmente punto final a la presencia, que se ha dilatado durante 70 años, de las religiosas de María Santísima del Huerto, fundadas por San Antonio María Gianelli.

La casa que dejan, en el Real Valle de Guriezo, fue la primera que abrieron en España. Estas religiosas que se han dedicado a la educación de varias generaciones de guriezanos, y los últimos años acogían en sus instalaciones las actividades parroquiales y abrían sus puertas para convivencias y campamentos de parroquias de la Diócesis, han dejado una huella profunda que en sus antiguos alumnos y convecinos será difícil de borrar.

En la celebración de la Eucaristía participaron, junto a las cuatro hermanas y una representación de la casa de Navarra a la que han sido destinadas, miembros del equipo y grupos parroquial, de los diferentes barrios. Todos unidos por un sentimiento común de agradecimiento a una presencia callada que, ahora que se silencia deja un gran vacío.

En la homilía el párroco, que presidió la Eucaristía en nombre de nuestro Obispo, invito a las cuatro hermanas a que siguieran diciendo sí al Señor, como Samuel, con la misma entrega que al comienzo de su vocación, poniendo la confianza en Dios que sigue contando con ellas para la misión. También invitó a que tomasen la parte de María, ahora que las fuerzas parecen faltar. La oración, la escucha del Señor… y en ese misma oración, a la que pedía encomendasen la parroquia que tantos años ha sido la suya.

Durante la celebración el coro parroquial interpretó varias de las canciones de la Misa, así como la agrupación coral Gaudia Música que introdujo piezas polifónicas en otros momentos de la Eucaristía sosteniendo la oración común con sus voces.

Al final de la Misa se les hizo entrega de unos sencillos detalles con los que pudiesen llevarse algo que les recordase la que ha sido su casa y sigue siendo espiritualmente.

Tras la Eucaristía todos pudimos acercarnos a compartir un ágape fraterno en el colegio.