DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO (Domingo 15 de octubre. Santa Teresa de Jesús)

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En este domingo 15 de octubre, se inicia el Año Jubilar de Santa Teresa, el primer jubileo teresiano que se prolongará hasta el 15 de octubre de 2018. CAMINA CON DETERMINACIÓN, es el lema del Año jubilar. Nuestro propósito es caminar con determinación siguiendo la Palabra del Evangelio, el anuncio gozoso, que cada domingo nos ofrece la liturgia. Que Santa Teresa nos enseñe a caminar como AMIGOS FUERTES DE DIOS.

►Escuchar y acoger la Palabra
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: el reino de los cielos se parece a un rey que celebra la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados para que dijeran: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda”. Los convidados no hicieron caso… El rey montó en cólera, envió a sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos…. Luego dijo a sus criados: ‘La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda’. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que se encontraron, malos y buenos. Y la sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?’ El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros. ‘Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos”. (Mateo 22, 1-14)

►Iluminar la Palabra
La fuerza de la rutina, de la costumbre. El comentario del Cardenal Martini, a esta parábola, nos puede ser muy ayudador para la oración de esta semana, a la luz del evangelio del domingo. Nos hace caer en la cuenta de que esta parábola de Jesús nos invita a salir de la rutina y experimentar la novedad. El rey celebra una boda y llama a los convidados, pero ellos no quisieron ir, se fueron cada uno a su campo, a sus negocios… Se trata de la fuerza de una rutina, ¿para qué cambiar y salir de nuestro terreno, ya conocido? De nuestra zona de confort, como dice el papa Francisco. Con esta situación, tan paradójica, que presenta Jesús en la parábola nos hace comprender cuánto puede haber en nosotros de esta rutina que nos tapa los ojos y nos hace creer que no puede haber nada distinto. ¿Para qué cambiar? Cuidado, porque la costumbre de las cosas y el trajín de cada día, nos puede impedir comprender que hay algo más o distinto que hacer.

►Orar y contemplar la Palabra
Leamos sencillamente el texto y con la luz que nos ha podido ofrecer el comentario, dejamos que en nuestro corazón prenda la Palabra.
– El Señor me invita a salir de las situaciones estancadas, me invita a salir a campo abierto, a celebrar la fiesta de la vida, no en solitario, sino con otros.
– El Señor me invita a ser libre de los afanes cotidianos, para responder a la llamada del reino.
– El banquete de bodas es la imagen de la abundancia y sobre todo de la fiesta y la alegría, la amistad y la gratuidad. “Prepara el Señor para todos los pueblos un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de marca” y llama a todos (buenos y malos), pero hay una exigencia al acudir a la fiesta: ir con el traje apropiado. Me llama a renunciar al interés individual y colaborar con los demás para que la fiesta se logre.

►Actuar desde la Palabra
Deseo acudir al banquete de tu amor, Señor, con la certeza de la fe, a la que me invita San Pablo en su carta a los Filipenses: Todo lo puedo en Aquél que me conforta. Este es mi traje de fiesta: Me envuelve la total confianza en el Señor. Y la determinación a caminar junto a Él.