En marzo, en el boletín de la LPS nº38, nos hacíamos eco de la carta pastoral de nuestro Señor Obispo de Santander, Monseñor Manuel Sánchez Monge, presentada un mes antes de la apertura de la Puerta del Perdón con motivo del Año Jubilar de Santo Toribio de Liébana.

Tiempo después y con el mismo título: Nuestra Gloria, Señor, es tu Cruz, recibimos en la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral, el CD de audio de 14 pistas y en cómodo formato “digi-pack”. El mismo incluye un pequeño libreto con fotografías e información, además del cancionero oficial, conformando así un Cantoral Litúrgico Lebaniego con todas las letras y transcripciones pentagramadas en un cuadernillo tamaño A5 (cuartilla).

La composición de los temas y la dirección del proyecto fueron llevadas a cabo por el sacerdote diocesano D. Juan Jáuregui Castelo. Y cuenta con la colaboración de José María de Miquel en la letra del doceavo corte y con la de Bernardo Velada en el anteúltimo y último tema.

Para la interpretación de las piezas, se ha contado con la desinteresada e inestimable colaboración del Coro Solvay Ensemble, dirigido por Juan José del Valle Puente, que a su vez integra el grupo de solistas junto a Francisco Lledías Juntádez, Elías Hoyal Hoyal, Jesús González Sancho y Manuel Gandarillas Ezquerra y el propio Juan Jáuregui como organista.

Grabado en febrero de este año, las diferentes tomas fueron hechas en el Santuario de la Bien Aparecida (Patrona de Cantabria) y la labor de producción, mezcla y masterización corren a cargo del autor y el técnico de sonido Pablo Vega.

Con motivo de la celebración y conmemoración del Año Jubilar, la Librería de nuestra diócesis, la Librería de Pastoral, también ha tenido la oportunidad de conocer -y hacemos extensiva nuestra recomendación- la labor del artista local D. José Luis Corral Ballesteros.

De su colección de estampas y láminas con dibujos a plumilla -basados en fotos obtenidas por el propio dibujante- destacan templos, iglesias y ermitas emblemáticas de la diócesis: tales como la Colegiata de Santillana del Mar, la iglesia de Santa María de Lebeña, la S. I. Basílica Catedral de Santander…
Y como no podía ser de otra manera, el Monasterio de Santo Toribio y un extraordinario facsímil del Lignum Crucis. Todas reproducciones en copias de alta calidad sobre papel Canson y el inconfundible sello del artista.

También contamos con existencias renovables de rosarios alusivos a la Santa Cruz de Liébana, el rosario “del peregrino”, pulseras con dijes decorativos, llaveros de doble cara con el Lignum Crucis y la Puerta del Perdón.

Y mientras esperamos más novedades bibliográficas sobre el camino hacia la Santa Cruz, rescatamos la obra más reciente escrita acerca del abad del Monasterio de San Martín de Turieno, en los valles de Liébana. Una historia ambientada en el siglo VIII.

Beato, el lebaniego (Alianza Editorial, 2012)

Se trata de una curiosa novela-ensayo fruto de la investigación de su autor: Baltasar Magro.

Se presenta de forma lujosa y atractiva, con magníficas reproducciones que arrojan luz en medio de la confusión existente sobre la vida y obra de este personaje: un monje que creó su Comentario al Apocalipsis. Uno de los textos más leídos y copiados en los cenobios medievales y que tuvo gran influencia en la vida cultural de la época.

Enclaustrado en un rincón alejado del mundo, el padre Beato creó una obra por la que llegó a ser admirado en lejanos territorios por reyes cristianos, teólogos y abades. Nos muestra también, cómo él mismo contribuyó al surgimiento del Camino de Santiago y a la reafirmación de una Iglesia hispana que se consolidó en el Norte de la Península.

El autor narra en primera persona por boca de Eterio: el nombrado desde muy joven obispo de Osma -no por sus méritos, sino por el poder de su familia- que tuvo que huir de su ciudad natal por la ocupación sarracena. Este mismo más tarde será acogido en el monasterio y su vida será transformada al conocer a su abad.

Baltasar Magro, nos ofrece una nota aclaratoria al principio de la novela sobre la historicidad de este personaje y de su narración: «Te vas a encontrar, querido lector/a, con el relato de unos hechos que están inspirados en la investigación documental sin que, por ello, puedan considerarse como históricos en su totalidad. Sin embargo, el fundamento de lo que se describe contiene elementos suficientes para considerar que algo así pudo ser narrado en la comarca de Liébana por un obispo-monje llamado Eterio».

De la mano de Eterio conoceremos la atractiva personalidad de Beato, «un hombre con las cualidades para ser considerado todo un virtuoso, un devoto repleto de fuerza y de bondad para alterar el estado de las cosas desde su recóndito cobijo de santidad».

Consciente de que el mayor peligro para los cristianos se halla en el seno de la iglesia «en aquellos que dicen serlo cuando, en realidad, representan un mal ejemplo por su hipocresía y falsedad», luchará con todas sus fuerzas para mantener unida a una cristiandad acosada por los sarracenos.

Asistiremos a sus profundos estudios sobre los escritos de los Padres de la Iglesia para encontrar significado al libro del Apocalipsis, una obra con un mensaje de consolación para los cristianos perseguidos en la época en la que fue escrita y que sufrían una situación similar a la que estaban experimentando en ese momento.
Acompañaremos a los protagonistas en su trabajo de escritura e iluminación de la obra en el extraordinario scriptorium «donde trabajaban con mucha dedicación para recuperar y difundir la cultura del pasado». Conoceremos las principales obras de la maravillosa biblioteca que Beato había contribuido a ampliar con el paso de los años.

En medio de este atractivo contexto histórico, asistiremos a las profundas reflexiones para combatir las herejías de la época. Los argumentos y razonamientos dados por Beato resultan de gran interés y aportan un valioso conocimiento sobre doctrinas fundamentales como la salvación, el lugar en ella de la fe y las obras, la Trinidad y la divinidad de Jesucristo. Pero la parte fundamental del libro es el desarrollo del comentario al libro del Apocalipsis, aclarando claves simbólicas a través del trabajo de los escribas e iluminadores del taller.

Lo más acertado de este comentario es la conclusión sobre el verdadero significado de un libro que no fue escrito para encontrar una fecha concreta para el fin de los tiempos, sino para hacer una llamada que reforzase la esperanza del cristiano en la resurrección, como algo que le exigirá un mayor perfeccionamiento.

* Fuentes: Obispado de Santander / Dibujos a plumilla JLCB / San Jorge / Me gustan los libros (blog) / Soluziono