El obispo de Santander Mons. Manuel Sánchez Monge, ha presidido en la jornada de este martes, una misa solemne para conmemorar el aniversario de la Dedicación de la Iglesia Catedral de Santander.

La fiesta de la Dedicación trata de resaltar la creación de la Diócesis de Santander, hecho que se produjo un 12 de diciembre de 1754 mediante la Bula , “Romanus Pontifex”, que promulgó el Papa Benedicto XIV.

Este acuerdo pontificio suponía también que, la hasta entonces Colegiata de la Villa santanderina, se elevara a la categoría de Catedral. Además, se decide que la titular del templo sea la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción, para así continuar con una tradición que venía manteniéndose desde antaño.

Vicisitudes de la Catedral

Con los años, la catedral es restaurada y embellecida mediante unas obras que mediaron entre julio de 1889 y marzo de 1890, años en que era obispo de Santander, Mons. Vicente Santiago Sánchez de Castro (1884-1920)

Con posterioridad, en la contienda civil de 1936 el templo sufrió numerosos daños y, cinco años después, el 15 febrero 1941, el incendio de la ciudad, le afectó hasta el punto de que se derrumbó casi en su totalidad.

Reconstruida y ampliada la catedral mediante el programa estatal, “Regiones Devastadas”, es entregada oficialmente a Mons. José Eguino y Trecu (1929-1961) el 23 de agosto de 1953.

El 8 de diciembre de este mismo año el templo se abre de nuevo al culto, coincidiendo, la fecha, con la inauguración de un “Año Mariano” universal convocado por el Papa Pío XII, con motivo del I Centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de María.

Más tarde, y ya en diciembre de 1989, debido al deterioro que se acusa en su edificio, la Catedral es de nuevo cerrada, y así permanece hasta el 19 de marzo de 1993.

En esta ocasión se aprovecharon las obras para adaptarla mejor a las normas litúrgicas marcadas por la Constitución “Sacrosanctum Concilium” del Concilio Vaticano II (1962-1965).

El 12 de diciembre de 2005, a los cincuenta años de su reconstrucción y ampliación, y a los doce de su última restauración, Mons. José Vilaplana procedió a su dedicación. Desde ese fecha, cada 12 de diciembre, la comunidad diocesana celebra este aniversario de la “Dedicación de la Iglesia Catedral”, y lo conmemora vinculado a otro aniversario, el de la creación de la Diócesis de Santander, un 12 de diciembre de 1754.

 

  • Funciones de la catedral

 

Entre todas las iglesias de una diócesis, la Catedral representa el signo de la unidad y el lugar desde el cual, el obispo, sucesor de los apóstoles, predica la palabra de Dios, preside los sagrados misterios y divulga las directrices para ayudar al pueblo cristiano.

Los dos elementos que definen a una catedral son la Cátedra episcopal, que es el asiento donde se sitúa el prelado y que representa al obispo como el garante de la fe de la Iglesia, y el Altar.

En este último elemento sagrado, se concentra la mediación jerárquica y la mediación sacramental, que son las dos mediaciones que estructuran la comunión entre Dios y los hombres. Participar del altar donde celebra el obispo, concelebrar con él en su altar, es la forma más expresiva de reafirmar y confirmar la comunión eclesial.

GABINETE DE PRENSA
Santander, 11 Diciembre 2017