La Santa Sede ha comunicado en la jornada de hoy, martes 26 de abril, el nombramiento del hasta ahora Vicario General de la Diócesis de Santander, el padre agustino D. Manuel Herrero Fernández (Serdio-Cantabria, 1947), como nuevo obispo de Palencia, diócesis de la que tomará posesión el  sábado 18 de junio, a las 12.00 horas, en la catedral de Palencia.

Tras hacerse público su nueva encomienda pastoral, Mons. Manuel  Herrero manifestó que Palencia es una “diócesis entrañable, con mucha historia y una iglesia con mucha santidad”.

Mi intención -agregó- es la de “ir a servir con las mejores disposiciones” para “echar una mano y sumarme a la trayectoria pastoral” de esa Diócesis, y así trabajar “unidos en la evangelización, que es la tarea principal a la que estamos encomendados todos”, precisó.

Mons. Herrero, que estudió de los 10 a los 16 años en Palencia, ciudad donde también pasó su primer año como sacerdote, afirmó que acude con la intención de «servir, y «sumar»; de «ver, oír y escuchar» para «que nos conozcamos». «El obispo no es la Iglesia, está al servicio de la Iglesia», destacó el nuevo prelado, que pretende «echar una mano a los más humildes y desfavorecidos», remachó.

Amplia experiencia pastoral

Mons. Herrero ha desempeñado el cargo de Vicario General de la Diócesis de Santander durante 17 años, tiempo en que en ocasiones también combinó esta responsabilidad con la de ser Vicario de Pastoral.

Igualmente fue, entre diciembre de 2014 y mayo de 2015, Administrador Diocesano de Santander cuando el anterior obispo de la Iglesia cántabra, Mons. Vicente Jiménez, fue nombrado obispo de Zaragoza.

Los que han colaborado con el padre agustino Manuel Herrero Fernández, destacan de él su capacidad de trabajo, su formación intelectual y teológica, su meticulosidad en su quehacer, su franqueza en la valoración de las situaciones y su sentido del humor en la conversación.

Su largo servicio en la Diócesis de Santander y su trato con cinco obispos distintos le han proporcionado una experiencia y bagaje singulares que ahora serán de provecho como nuevo pastor de esa Diócesis castellana.

Mons. Herrero Fernández, que estudió en el Seminario Menor ‘San Agustín’ de Palencia y luego se formó en el Colegio-Seminario Agustino de esa provincia, recordó sus «escapadas» para ayudar en algunos pueblos así como para colaborar en el ámbito de la parroquia de San Telmo, en la capital.

La sede de Palencia estaba vacante desde el nombramiento de Mons. Esteban Escudero como obispo auxiliar de Valencia, el pasado mes de mayo. Desde entonces ha estado al frente, como administrador diocesano, el sacerdote Antonio Gómez, con quien ya ha contactado el padre Herrero.

En su comparecencia ante los medios de comunicación, destacó que la Iglesia de Palencia acumula una historia «de gran santidad», y como ejemplo citó la próxima canonización del que fuera obispo de esta Diócesis, el beato Manuel González.

Mons. Manuel Herrero pidió perdón por las faltas o pecados que haya podido cometer durante este tiempo, pero “esperanzado en la misericordia del Señor”, solicitó de todos que “se rece por él en su nueva misión en la Diócesis de Palencia”. Allí voy -detalló- «con la mejor disposición», para «trabajar hombro con hombro y corazón con corazón en la evangelización».

El padre agustino, explicó que supo la decisión del Papa Francisco el pasado 5 de abril; un nombramiento «inesperado» que aceptó «consciente» de sus «limitaciones», y con «gratitud» tanto hacia Dios como a la Iglesia de Santander, donde fue bautizado y confirmado y a la que ha dedicado muchos años de «cariño y entrega».

Durante estos 17 años ha colaborado con cinco obispos, desde el fallecido Mons. Juan Antonio del Val, del que incluso escribió un libro, hasta el actual Mons. Manuel Sánchez Monge. Todos ellos han sido «buenos pastores» que le han «enseñado mucho»; un tiempo en que «he hecho todo lo que he podido desde el corazón», aseguró. Igualmente agradeció vivamente la confianza que le ha dispensado el Papa Francisco al nombrare obispo.

Estos años de “incansable y abundante labor bien realizada” que hoy le ha agradecido públicamente el actual obispo de Santander, Mons. Sánchez Monge, sirvió para traer a colación, con tono distendido, que ahora “las diócesis de Palencia y de Santander están desde hoy «más hermanadas». Esto es así porque el prelado de la Diócesis de Santander nació en Palencia, y el nuevo de esta diócesis castellana, es nacido en Cantabria.

«Le vamos a echar de menos», afirmó el obispo de la Iglesia cántabra, que también aseguró que el padre Manuel Herrero será «un obispo alegre en Palencia».

Reseña biográfica

Mons. Manuel Herrero Fernández nació el 17 de enero de 1947 en la localidad cántabra de Serdio (Ayuntamiento Val de San Vicente).

Tras un año de formador en el Colegio Seminario Agustino de Palencia (1970-1971) pasó una primera etapa en Madrid, de 1971 a 1974, ejerciendo de párroco de Santa Ana, prior de la Comunidad de Santa Ana y La Esperanza y arcipreste de Nuestra Señora de la Merced.

En 1985 regresó a Santander como párroco de San Agustín y ejerció de delegado episcopal, primero de Cáritas y luego de la Vida Consagrada, hasta 1995, cuando volvió a Madrid de profesor de Pastoral y de vicario parroquial de San Manuel y San Benito.

Retornó a Santander en 1999, donde ha permanecido hasta ahora ocupando diversos cargos. Actualmente es profesor del Instituto Teológico de Monte Corbán de la Diócesis de Santander y del Seminario Diocesano, vicario general y moderador de la curia de la Diócesis, y párroco de Nuestra Señora del Carmen (Barrio Pesquero) en la capital santanderina.

Tras el nombramiento de Mons. Manuel Herrero, a partir del 18 de junio ocupará el cargo de Vicario General de la Diócesis de Santander el actual párroco de Castro Urdiales, Sergio Llata Peña (Puente Arce-Cantabria-1974), quien lleva unos meses ejerciendo de pro-vicario general. Llata es un sacerdote diocesano que ha formado parte durante más de 16 años del Consejo Episcopal de Gobierno de la Diócesis de Santander.