La Diócesis de Santander celebra, este domingo 21 de agosto, la Jornada “Pro Templos”, con la que se trata de concienciar entre los fieles la necesidad de contribuir económicamente para “mantener y conservar con dignidad” los edificios religiosos de Cantabria.

En la Diócesis hay más de 1.200 edificios destinados al culto. De ellos, 721 son iglesias y templos y 525 son ermitas; sólo en Valderredible, existen 53 iglesias para atender a unas 1.100 personas que residen en ese municipio.

Este día también se dirige a aquellas personas que “valoran la labor que realiza la Iglesia en favor del bien común”. Este año, el lema que preside la jornada es, “El Templo, lugar de la Misericordia de Dios”, en alusión al año Jubilar extraordinario de la Misericordia que convocó el Papa Francisco para el mundo y que concluirá el próximo 20 de noviembre.

De esta forma, en las misas de este fin de semana, se realizará una colecta especial que tiene por objeto obtener recursos para mantener el patrimonio religioso de la Diócesis y para sufragar los gastos ocasionados por la construcción de las nuevas iglesias levantadas en estos últimos años, como la de Nueva Montaña o la de Unquera, que superó el millón de euros.

Además, a lo largo del año, surgen daños repentinos en muchas iglesias causados por los rigores del invierno y los temporales de viento y agua. Estos estropicios hay que afrontarlos sin demora, ya que suelen afectar a tejados, suelos, paredes y torres de campanarios.

Por lo general, estas obras urgentes trastocan los presupuestos de las parroquias y cargan las partidas del Obispado destinadas al mantenimiento de las iglesias.

La colecta “Pro Templos” ha decaído en los últimos años; así en 2012 se obtuvieron 56.802 euros, en 2013 la cifra fue de 51.791; en 2014 ascendió a 55.878 y la del pasado año fue de 49.315 euros

El templo es el “rostro histórico” y el patrimonio recibido de “nuestros mayores”, resaltó el responsable en la Diócesis de Patrimonio Religioso, el sacerdote José María Ruiz González.

Importancia de las iglesias

El templo también facilita “la escucha” de la Palabra de Dios; es el lugar “del crecimiento” de la vida cristiana, de la “caridad generosa” con los pobres; de la adoración y de la celebración.

En la Iglesia se cultiva el culto a Dios, se enseña la catequesis y es donde el pueblo fiel y creyente “aprende, celebra y vive la propia fe”. Nada “define mejor las señas de identidad” de un pueblo que su templo, iglesia o ermita.

Por su parte, el Papa Francisco, haciendo mención a la importancia y significado de los templos, ha manifestado que “la iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas” (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 47 “La Alegría del Evangelio”).