El Ayuntamiento de Santander y el Obispado culminarán el proyecto arqueológico de la Catedral

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El Ayuntamiento de Santander y el Obispado culminarán el proyecto arqueológico de la Catedral y su entorno promovido por los historiadores ya fallecidos Joaquín González Echegary y José Luis Casado Soto, y al tiempo recuperarán la calle más antigua de la ciudad, los Azogues, donde se construirá un contrafuerte para que la basílica vuelva a parecer elevada, pues históricamente estuvo en alto.

Se trata de «reconstruir la herida del planeamiento de 1941», que «traicionó» el conjunto catedralicio, mediante la construcción de un contrafuerte, que contará con una escalera transversal hacia la calle Cádiz, y una rampa ‘a la romana’ (alternando rampa y escaleras) hacia Somorrostro.

En el espacio existente entre la escalera y la rampa, delimitado también por el arco de los Azogues, se llevará a cabo la tercera y última fase del gran proyecto de recuperación del patrimonio de la Catedral de González Echegary y Casado Soto. Aunque los arqueólogos no sabían qué se puede encontrar, la historia apunta a superposición de trazas, vestigios romanos –incluyendo el Portus Vitoriae y pecios de barcos– y medievales, como restos de la muralla y del puerto de San Emeterio. La entidad de los hallazgos deteminará su puesta en valor.

«Es un nodo, el lugar donde se ha acumulado todo», la ubicación de la primera ocupación de Santander, de modo que «la expectativa es máxima». «¿Qué se va a encontrar? Tampoco ellos (Echegaray y Soto) lo sabían; es una incógnita, pero si hay posibilidad de encontrar algo del puerto romano es ahí».

Así lo ha asegurado el arquitecto autor del proyecto del contrafuerte que se realizará en la esquina nordeste de la Catedral, Modesto Lomba, que lo ha presentado en rueda de prensa junto al alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el obispo de la Diócesis, Manuel Sánchez Mongue.

El proyecto de construcción, que está «prácticamente finalizado», concluirá este año y se licitará con los prepuestos municipales de 2017, donde contará con una partida específica de 400.000 euros. Paralelamente, Ayuntamiento y Obispado suscribirán un convenio similar al de la torre de la Catedral. Al tratarse de una actuación «muy especial», no existe un plazo de ejecución cerrado, si bien el alcalde ha sugerido que podría ser todo el año próximo porque «hay que hacerlo bien».

Por su parte, los arqueólogos han «pedido» seis meses para la excavación, la tercera y última fase de las realizadas para la recuperación de la historia del patrimonio de la Catedral a cargo de los dos investigadores cántabros (las otras fueron en 1982 y 1994), pero podría prolongarse ya que tanto ésta como la construcción del contrafuerte, son compatibles.

RECUPERACIÓN DE LA CALLE MÁS ANTIGUA

La actuación incluye la recuperación de la calle más antigua de Santander, que unía el antiguo puerto con la zona alta pero que fue «cortada» por el plan urbanístico que se elaboró tras el incendio que arrasó Santander en 1941, que la «excluyó» de la trama urbana, ha explicado Lomba.

«Un lugar esencial para entender el evolución de la ciudad y que se cortó a cota cero», por lo que el conjunto catedralicio quedó «traicionado», ya que la Catedral estaba encima de un promontorio

La intención del proyecto es «recuperar la Catedral que está en alto» y «reconstruir la herida» del planeamiento del 41 con una pieza «que dé la idea de que la Catedral estaba elevada», un contrafuerte con una escalera y una rampa que se construirán con el mismo material del templo, piedra de Escobedo.

VALORACIONES

El alcalde ha destacado que se trata de una actuación «muy especial» porque afecta a la calle más antigua de la ciudad, culmina el proyecto de González Echegary y Casado Soto y pondrá a la Catedral «a la altura de lo que es». Igualmente ha resaltado que mejorará el entorno al incorporar un espacio a la Catedral y recuperar un tramo de calle.

También ha agradecido la colaboración del Obispado y ha destacado su labor social y cultural. Al respecto, su titular, Sánchez Mongue, ha incidido en la importancia de la colaboración interinstitucional para preservar el patrimonio, algo que «supera las posibilidades económicas de la Diócesis», y ha revelado que desde marzo hasta agosto, un total de 47.000 personas han visitado la torre de la Catedral, lo que es posible gracias al convenio suscrito entre Ayuntamiento y Obispado.