DOMINGO 29º DEL TIEMPO ORDINARIO
(18 de octubre. DOMUND)

♦ Texto para la oración
“En aquel tiempo Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, se acercaron a Jesús y dijeron: ’Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir’. ‘El les dijo: ‘¿Qué queréis que haga por vosotros?’. Y ellos le dijeron: ‘Que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu gloria’. Jesús les dijo: ‘¡No sabéis lo que pedís!. ¿Podéis beber el cáliz que yo beberé o ser bautizados con el bautismo con que yo seré bautizado?’. Ellos contestaron: ‘¡Podemos!’. Jesús les dijo: ‘Beberéis el cáliz que yo beberé y seréis bautizados con el bautismo con el que yo seré bautizado; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo; es para quienes ha sido reservado’. Los otros diez, al oír esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, los llamó y les dijo: ‘Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan, y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así; sino que si alguien de entre vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos”. (Mc 10, 35-45)

♦ Comentario al texto
Con este texto evangélico Marcos cierra el ciclo de los tres temas catequéticos que propone para la reflexión cristiana. Hoy nos presenta el tema del poder: autoridad/servicio. Nos presenta a Jesús como modelo de vida: el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos. La comunidad de discípulos sólo fructifica cuando cada uno de sus componentes no pretende sobresalir por encima de los demás: concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, dicen los Zebedeos. Pero Jesús los ofrece otro modo de estar en la comunidad: ¿Podéis beber el cáliz? Es una invitación a entregar la vida a fondo, a favor de todos.

♦ Momento de oración
Hoy es un día para pensar en ese contraste: Entre hacer del YO el centro de todo, o “descentrarme” para valorar lo de los otros. Entre vivir desde la búsqueda de lo mejor para uno mismo o vivir desde la búsqueda de lo bueno para todos. El servicio se convierte en ley de la comunidad cristiana.
“No os pido más que le miréis” nos invita Santa Teresa, porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir…
Puedo preguntarme, delante de Jesús: En mi vida, ¿dónde me encuentro? (Ver: Peregrinar por dentro y por fuera de R. Olaizola)

-Puedo terminar orando

Sencillo quiero ser como Tú eres.
El alma transparente como el día.
La voz sin falsear y la mirada
profunda como el mar, pero serena.

No herir, pero inquietar a cada humano
que acuda a preguntarme por tus señas.
Amar, amar, amar, darme a mí mismo
de balde cada día y sin respuesta.

Ser puente y no llegada, ser camino
que se anda y que se olvida, ser ventana
al campo de tus ojos y quererte.

Descanso quiero ser, vaso de vino
de Dios para los hombres cuando vengan
con polvo sobre el alma de buscarte.
Valentín Arteaga
(En Peregrinar por dentro y por fuera)