Existen países en el mundo, donde la mujer tiene el último número de la cadena humana.

Nacer mujer en estas tierras, está considerado una desgracia y paradójicamente a la vez, una visión de negocio.

Desde que nacen son denigradas a lo más bajo, pero cuando terminan su infancia, son el recurso de sus familias, que las ven como la única salida a su pobreza. Pactan sus matrimonios con hombres de todas las edades o bien, son vendidas a mafias para su prostitución. Todo ello por una miseria económica.

Cuando son adultas, son los motores de la economía familiar. Paren a sus hijos, los educan, los alimentan y en la mayoría de los casos, son las que aportan los pocos recursos que entran en sus casas.
Desde MANOS UNIDAS sabemos, que la única forma de poder salir de esa marginación, es la educación, que les es negada por el hecho de ser mujeres.

Por ello nuestro proyecto de ésta próxima campaña, es la construcción de un internado para niñas en una de las zonas más pobres de la India (Jhujumura en Odisha).

María Purificación de la Cal Zataraín
Presidenta de Manos Unidas en Cantabria