El Seminario Diocesano de Monte Corbán celebró este miércoles 25, la tradicional festividad de su patrona, Santa Catalina de Alejandría, por lo que el obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge, presidió una Eucaristía solemne en compañía de los seminaristas, profesores y clero diocesano, ya que este día es costumbre la asistencia de numerosos clero.
Además, la jornada ha sido un día de reencuentro de distintas generaciones de sacerdotes y compañeros que se formaron en Corbán y que coincidieron en su etapa de estudios y de formación.
También ha sido una ocasión, como ha indicado el Rector, Juan José Valero Álvarez, para “animar con la presencia de todos, a los que en este momento se preparan para el sacerdocio”. En especial, en este día, dos seminaristas, José María González de las Herranes Weh y Juan de Cáceres Cabrero, que han recibido en este día los ministerios de Lectorado y de Acolitado.
Asimismo, el jóven Joaquín Rodriguez Parets Castresana, recibió del obispo Mons. Sánchez la admisión como candidato al diaconado y al presbiterado durante la misa que se celebró a las 12,30 horas en el seminario, con una notable asistencia también de vecinos de San Román de la Llanilla a los que el obispo saludó al comienzo de la Eucaristía.
Además, Joaquín Rodríguez Parets, será ordenado como Diácono Permanente por el obispo, D. Manuel Sánchez, durante una Eucaristía que se oficiará en la Catedral , el martes, día 8 de diciembre, a las 17,00 horas. Por este motivo, también el Viacrio General, el padre Manuel Herrero, ha exhortado al presbiterio diocesano a «participar y acompañar al nuevo diáconol con la presencia orante».
Homilía del Obispo fiesta Sta. Catalina
Por su parte, el obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge, en su homilía de la patrona del seminario, Santa Catalina, recordó a los numerosos sacerdotes presentes que «el dolor y la cruz siempre van unidos» y señaló que esta jornada «es un día para revisar nuestro sacerdocio», e instó al nuevo Lector y al Acólito, a «realizar de sus vidas una ofrenda agradable a Dios».
Igualmente, animó al futuro diácono a que se prepare «en la oración» para recibir este ministerio el día 8, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, y le pidió que su vida como diácono sea «un servicio a la Iglesia y a los pobres». Como es sabido, en esta jornada del 8 de diciembre, la Iglesia universal también iniciará el Año Jubilar de la Misericordia.
En sus palabras, Mons. Sánchez, instó a los presentes a crear «una cultura vocacional» entre todos, de forma que la opción al sacerdocio o a la vida consagrada como religioso o religiosa, sea vista por las familias y por la sociedad como una vía más de proyección de la vida y misión de las personas.
Mons. Sánchez no obvió que para crear esta «cultura vocacional» se necesita creatividad para crear condiciones favorables, sobre todo en el ámbito de la Pastoral Vocacional.
El obispo tampoco olvidó el ambiente cultural al que están influidos los jóvenes de hoy, sobre todo por la presesión del consumismo, el afán generalizado de lucro o del hedonismo, entre otros factores, los cuales no ayudan a la promoción de las vocaciones.
Por todo ello, Mons. Sánchez instó a los sacerdotes y fieles presentes en la misa de Santa Catalina a «dar ejemplo personal con nuestras vidas» y a proponer sin titubeos la vocación a aquellos jóvenes que muestren señales de una vocación.
Santa Catalina fue una virgen y mártir del siglo IV que vivió en Alejandría. Dotada tanto de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. Su cuerpo se venera piadosamente en el célebre monasterio del Monte Sinaí, en el actual Egipto.
Aunque esta santa de Alejandría fue decapitada, el símbolo que la antecede es la rueda de cuchillas con la que fue torturada infructuosamente y que podemos ver ampliamente en la ornamentación y decoración del Seminario.