Cerca de 80 asistentes en un encuentro que sirve al Obispo de Santander para tomar el pulso de las nuevas iniciativas que las parroquias están poniendo en marcha dentro de la Nueva Evangelización, que es una pauta del Plan Pastoral Diocesano.

Mientras en Cantabria se vivía una situación de emergencia con el desbordamiento de los ríos de media región, y en la otra punta del mundo ‒o casi: en Panamá‒ se celebraba la JMJ en la que riadas, esta vez de peregrinos, compartían la fe, también la Iglesia en Cantabria celebraba el pasado miércoles 23 de enero, en el Seminario Diocesano de Monte Corbán, un encuentro en que el Obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge, quiso encauzar aquellos sentimientos fuertes que han aflorado en los cerca de 80 laicos y sacerdotes que acudieron a la convocatoria atajando las inclemencias del tiempo.

Este encuentro, que congregó, por deseo del Obispo, a todos aquellos que han participado en alguno de los métodos de Nueva Evangelización desarrollados en las parroquias de nuestra Diócesis, comenzó a las 20:00 horas con un momento de oración. Tras esta llegó el tiempo de cosechar y compartir, cada cual su experiencia personal, saliendo a dar testimonio ante el resto de asistentes, del método con el que pudieron revitalizar su vida de fe: Koinonía, Cenas Alpha y Retiros de Emaús.

Compartieron con mucha sencillez y describieron, en su mayoría, el proceso de fe que les ha ayudado a incorporarse de una forma más comprometida a la Iglesia, en cada una de sus parroquias. Es la respuesta natural al reto que, dentro del Plan Pastoral Diocesano de este curso, nos propone avivar nuestra identidad de discípulos misioneros, privilegiando la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo y resucitado.

El Sr. Obispo les exhortó, animándolos, a dejarse acompañar por sus párrocos e iniciar una segunda parte, no menos importante, que es su discipulado misionero. Y para ello incidió en la necesidad de formarse, descubriendo la Palabra, la Doctrina Social de la Iglesia, etc.