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2424 participantes en 135 grupos parroquiales que en este momento buscan dar una solución de continuidad al trabajo sinodal, que tendrá que llevar a dar una respuesta que recoja muchas de las propuestas e inquietudes manifestadas.

El encuentro festivo programado por la Vicaria de Pastoral para la presentación de las conclusiones de la fase diocesana del Sínodo comenzó con un momento de oración y música que nos recordó la centralidad en este proceso del Espíritu Santo. Un encuentro que después tendría su continuidad con la Vigilia de Pentecostés. Un encuentro de recoger los frutos que el Espíritu Santo ha ido haciendo brotar en la Diócesis de Santander.

Durante la presentación se hizo balance desde el comienzo del camino sinodal, un camino que, como dijo Ramón Pacheco, delegado de Pastoral del Trabajo y uno de los conductores del acto, consiste en recordar, porque “hoy no termina nada… ni nos vamos a reunir en grupos”. Durante la tarde todas las intervenciones procuraron dar respuesta a la pregunta que sirvió del lema del encuentro: “¿Y ahora qué?”.

 

Desde la variedad de participantes, también ha sido notable la cantidad de temas que los participantes han puesto de relieve y que han querido que sean tratados, muestra de la riqueza de nuestra Iglesia, de la diversidad de personas que formamos parte de ella o están llamados a formar parte.

Son dignos de mención los diferentes grupos que han desarrollado este trabajo sinodal en El Penal del Dueso, en los centros hospitalarios y el formado por personas atendidas pastoralmente desde la delegación de discapacidad. En todos los casos lo indicado es cómo esta ocasión del sínodo ha servido para conocerse mejor y crear sinergias, estrechar lazos y buscar una meta a corto, medio y largo plazo que pueda concretar los siguientes pasos a dar.

Algunos datos estadísticos de la participación:

• 84,74% adultos, 6,82% jóvenes y 8,44% niños.

• 1676 mujeres y 748 hombres.

• Parroquias: 87 con 122 grupos