Una reunión prevista desde poco después de su toma de posesión. Durante estos dos primeros meses (que se cumplen este viernes), D. Arturo se ha encontrado con los sacerdotes del presbiterio en multitud de ocasiones. No en vano una de sus claves al concluir el año, y como propósito de cara al año nuevo, era «conocer, cuidar y querer a mis sacerdotes».

Es cierto que algunos ya han pasado la barrera o frontera de lo que se suele denominar «clero joven», que suele ser los 10 años de ordenación.

Esta mañana comenzaba el encuentro con un momento de oración en la iglesia parroquial de San Felix de Langre y a continuación hubo un tiempo sosegado para hablar los sacerdotes con el Obispo con la familiaridad de unos hijos con su padre.

Un encuentro que no podia tener un mejor broche que el compartir también la mesa en la Posada de Langre –con gratitud a D. Jesus Blanco Oporto, el anfitrión– y seguir con la conversación en un clima tan agradable.

Una jornada que sirve para recordar momentos vividos, ponerse los sacerdotes al día de lo que van viviendo y crecer en fraternidad.