13 personas de nuestra diócesis hemos participado con otras 70 de las diócesis de Astorga, León y Oviedo de las XLI JORNADAS INTERDIOCESANAS DE PASTORAL DE LA SALUD que han tenido lugar del 11 al 13 de marzo de 2024 en el Santuario de Covadonga.

Tras el saludo del abad de Covadonga, dándonos la bienvenida y deseándonos unas buenas jornadas, tuvimos la charla de Fernando Escalante –médico hematólogo y delegado de Pastoral de la Salud de León– que nos habló de la «alianza terapéutica» entre profesionales sanitarios, personas enfermas, familiares y agentes de Pastoral de la Salud.

Ilustró la charla con tres anécdotas personales que iluminan su recorrido en este campo. La primera: con 25 años, en Toledo, tuvo el caso de un hombre enfermo, de entorno a 40 años, al que acompañaba su mujer. Eran de Ciudad Real. Cuándo se percató que la enfermedad se agravó, y que no estaba resultando el tratamiento, hablaron los tres profundamente de la situación. El paciente decidió regresar a casa y pasar los últimos días junto a sus hijos. Después de su defunción apareció en su despacho un ramo de flores de esta familia agradeciendo la atención y especialmente el que hubieran podido disfrutar juntos de aquellos últimos momentos.

Después, ya en León, entró en contacto con la Asociación de enfermos hematológicos de León. Se percataron que debido a los nervios y a la situación de bloqueo se pierde mucha información en las consultas con el especialista, por lo que ofrecieron la posibilidad de, cada 15 días, tener la actividad «Un café con tu hematólogo» para que las personas, que voluntariamente decidieran acudir, poder plantear las cuestiones que quisieran. Es una actividad muy beneficiosa y muy bien valorada.

Pero la principal fuente de inspiración para Fernando está en su hija, que padece parálisis cerebral. Ella para estudiar y hacer otras actividades tiene que invertir más fuerza y energía que él para estudiar medicina.

Tras la comida, tuvimos el trabajo de grupos sobre un cuestionario que nos había facilitado Fernando. Después del descanso se incorporó a las jornadas D. Jesus Fernández, Obispo de Astorga, recientemente elegido presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española y Obispo responsable de la Pastoral de la Salud en nuestra Provincia Eclesiástica de Oviedo.

Fuimos compartiendo las conclusiones del trabajo en grupos, las cosas que aprendemos unos de otros y la necesidad de caminar juntos como Iglesia sinodal en la periferia existencial de la enfermedad y la salud.

Don Jesús agradeció la tarea de la Pastoral de la Salud en la Provincia Eclesiástica y nos invitó a seguir trabajando con entusiasmo e ilusión.

Terminanos esta primera jornada celebrando la Eucaristía en la Basílica de Covadonga, presidida por Don Jesús y animada por la Diócesis de Astorga, en la que se nos recordó que el plan de Dios es la felicidad plena y que debemos escuchar y vivir su Palabra en nuestra acción pastoral.

El segundo día comenzamos nuestras jornadas con la oración, que nos tocó animar a nuestra diócesis de Santander. Invitamos a ser equipos de cireneos junto a Jesús, recomendamos la Trinidad de la misericordia, leímos la «Parábola de los Pasos» y escuchamos la canción «Samaritanos de amor».

La formación corrió a cargo de José Carlos Bermejo, religioso Camilo, director del Centro de Humanización de la Salud de Tres Cantos (Madrid). Nos presentó el Centro de cuidados paliativos y de formación. Nos presentó el contenido de la esperanza. Hablándonos de la figura del ancla y recordándonos que desde nuestra fe cristiana la resurrección nos acompaña e impulsa.

Tras el descanso, la asamblea acogió de forma respetuosa la situación de dos mujeres participantes que habían vivido las tentativas de suicidio de una nieta.

En esta segunda parte tratamos dos casos de acompañamiento pastoral y las conversaciones que se desarrollan para analizar la empatía y la forma de abordarlo. Fue muy clarificador trabajar este aspecto y ponerlo en común.

A la tarde disfrutamos de una visita al pueblo de Arenas de Cabrales. Allí visitamos el museo del Queso de Cabrales dónde nos explicaron el proceso de elaboración y nos dieron a catar el famoso queso.

Posteriormente nos encaminamos a la parroquia de Santa María de Llas, donde celebramos la Eucaristía presidida por Jorge Fernández Sangrador, Vicario General de la Diócesis de Oviedo, que en la homilía reconoció la tarea de Pastoral de la Salud dentro de la Provincia Eclesiástica y la fuerza que tienen los encuentros Interdiocesanos. Cómo la Iglesia está dedicada a la Asunción de María, el mismo motivo de nuestra Catedral, el grupo de Santander nos hicimos una foto conjunta.

Finalmente concluimos este segundo día de nuestras jornadas con una cena conjunta en Covadonga, que nos deparó varios momentos muy emotivos. Uno fue el volver a celebrar el cumpleaños de Ovidín, el anterior Delegado de Pastoral de la Salud de León, a quien habíamos felicitado el día anterior.

El año pasado en la cena homenaje que celebramos en León nos confesó que estaba muy enfermo pero nos dejó una frase que nos sigue acompañando: “CUÁNDO DIOS QUIERA Y CÓMO DIOS QUIERA” . Ovidín es un gran regalo para mucha gente.

Por otra parte se entregaron un diploma a aquellas personas que llevaban 25 años participando en las jornadas. Ha sido un día de profunda acción de gracias.

El tercer y último día de las jornadas comenzó con la oración animada por la Diócesis de León, en la que nos invitaron a abrirnos a las sorpresas de Dios, cuándo nos abrimos a encontrarnos con las otras personas con la parábola «Almuerzo con Dios» y nos invitaron a seguir compartiendo la alegría del Evangelio con los demás.

A continuación la ponencia corrió a cargo de Encina Moral, enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Ponferrada. Manolo, Delegado de Pastoral de la Salud de Astorga nos la presentó diciendo que Encina había pasado por varias situaciones de duelo, la primera tras la defunción de su marido, que le impulsó a ser enfermera; luego una hija muy pequeña, al poco de nacer; y recientemente el de su madre, afectada por la enfermedad de Alzheimer, a la que consiguió hacer andar después de la fractura de cadera. Encina nos invitó a acompañar el proceso de morir primero y después, cuándo se ha producido la defunción, del ser querido.

En la segunda parte de su ponencia, Encina nos recordó las fases del Duelo y nos dio pistas sobre qué nos podía ayudar a acompañar mejor este momento, tan importante en la vida de las personas.

Ya en la recta final de estas jornadas vivimos dos celebraciones de fe muy intensas, y que nos dieron fuerzas para seguir en nuestra tarea de comunicar la Alegría del Evangelio. La primera fue la ofrenda floral que hicimos en la cueva de la Santina. Allí, inspirados por la lectura de la Visitación y la proclamación del Magnificat, cuatro personas de nuestras cuatro diócesis presentaron un ramo de flores agradeciendo a María que siempre nos invite a escuchar a Jesús y a ponernos en camino para ayudar a las personas necesitadas y proclamar las maravillas que Dios hace en nuestras vidas.

Seguidamente nos encaminamos a la Basílica, dónde celebramos la Eucaristía de conclusión presididos por el Arzobispo de Oviedo, D. Jesús Sanz Montes.

En su homilía nos invitó a escuchar la Palabra de Dios y a transmitirla con nuestra vida, recordándonos que Cristo se encuentra en el hermano que padece la enfermedad.

Hemos vivido unas jornadas Intensas, llenas de momentos de convivencia, de formación, de alegría, de fe. Retornamos a nuestros lugar ilusionados, dando gracias a las diócesis hermanas de Astorga, León y especialmente a la de Oviedo, organizadora del evento y asumiendo la responsabilidad de ser diócesis anfitriona en el 2025.

Tal como se recoge en el Evangelio os decimos: “LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO, LO QUE VIERON NUESTROS OJOS Y TOCARON NUESTRAS MANOS OS LO COMUNICAMOS”.