Esta mañana nuestro Obispo, D. Arturo, presidía la Misa de san Juan de Ávila, en la que tradicionalmente se celebran las efemérides sacerdotales. En esta ocasión 16 sacerdotes, de los que han acudido 10, que han estado también acompañados de sus familiares, amigos y feligreses que han querido acompañarles.

D. Arturo comenzó su homilía compartiendo con todos como en su familia siempre ha habido un aprecio grande por la figura del sacerdote. Algo que supo inculcar su abuela a todos y que fraguó en que uno de sus hijos, el menor, fuese sacerdote. El tío de D. Arturo, al que tanto admiraba por su sabiduría, entrega y vida.

Aunque sin ocultar las flaquezas y miserias «que, a veces, son demasiadas», no evitó fijar su mirada en lo más luminoso del ministerio, que «es don… es regalo… es gracia», e invitó a todos los sacerdotes en su homilía a preguntarse: «¿Cuánto bien ha pasado por tu cabeza, por tu corazón, por tus manos? […] ¿Cuántas personas nos han dado las gracias por escucharlas, por el perdón,…?»

Y aseveró: «Creo que todos ustedes son buenos sacerdotes y viven en ese empeño.» Por ello invitó a cada uno: «Da gracias a Dios por tu sacerdocio… ha habido muchas personas que gracias a ti le dan sentido a su vida.»

Motivo suficiente para reunirnos el dar las gracias, y quiso ser también el primero D. Arturo: «La Diócesis siempre os estará agradecida. A muchos os queda mucho recorrido, a otros más trabajo […]. A algunos he tenido ocasión de conocerlos más por fuera y por dentro. Sientan en este homenaje la bendición de Dios en su ministerio sacerdotal. Sientan… y si no lo hemos hecho así, les pido perdón… sientan el reconocimiento de la Iglesia diocesana por tanto bien que han hecho, y van a seguir haciendo, en la Iglesia diocesana… y perdón por no haberlo agradecido lo suficientemente.» Y a los más mayores les pidió: «No nos dejéis solos en la oración, en el consejo, en la entrega, en el testimonio…»

También tuvo palabras para agradecer a los fieles el cuidado de los curas, sin los que, en palabras de D. Arturo, «nuestra existencia sería una existencia huérfana.»

Y terminó D. Arturo con un aviso y ánimo para los que vengan: «Es verdad que vivimos tiempos de recelos, sospechas y juicios, pero vale la pena ser curas, dar la vida por Jesucristo, por el reino de Dios.»

Bodas sacerdotales de Oro (L aniversario de ordenación)

  • ÁLVAREZ GÓMEZ, José Antonio, SchP
  • BRIONES GARCIA, Benito
  • GARCÍA RODRÍGUEZ, Fermando
  • OLANO ORTÍZ, José
  • REVUELTA ABASCAL, Pedro
  • SALVADOR PÉRTICA, Pedro Maria
  • SÁNCHEZ GUTIÉRREZ, Francisco
  • SANDI PÉREZ, Pedro

Bodas sacerdotales de Oro (L aniversario de ordenación)

  • MÉNDEZ MÉNDEZ, José Manuel, SJ
  • MERINO GRANDE, José
  • NÚÑEZ DÍAZ, Juan Manuel, OFM

Bodas sacerdotales de Plata (XXV aniversario de ordenación)

  • ASENSIO SAGASTIZÁBAL, Álvaro
  • BLANCO RAMOS, Francisco Antonio
  • GUTIÉRREZ VILLANUEVA, Jaime Antonio
  • DE HAZA POZANCO, Eduardo, SSCC
  • VELARDE GONZÁLEZ, Juan Carlos