Esta mañana comenzaba el encuentro monográfico sobre la vida de Julián Gómez del Castillo, militante cristiano de MCC, del que se celebra el centenario de su nacimiento.
Esta tarde y mañana en la Casa de la Iglesia (C/ Florida 3) tendrán ocasión de poder seguir adentrándose en la figura de este profeta de nuestro tiempo, ya fallecido, pero que sigue iluminando el actuar comprometido con los pobres y la justicia como respuesta a la vocación bautismal.
RESEÑA BIOGRÁFICA
Julián Gómez del Castillo nació en Santander, el 10 de octubre de 1924, en la España donde la mayoría de la población pasaba hambre. Sus padres, Francisco y Lola, son una familia obrera entregada al ideal de Justicia. Su padre, tipógrafo, fue militante del PSOE histórico, al igual que su abuelo. Francisco, su padre, muere en la cárcel tras la huelga de 1934.
Muy pronto tuvo que trabajar y muy pronto se unió a las luchas sociales siendo capaz, con sus hermanos y otros niños, de obtener fondos para sostener huelgas. Recordaba con frecuencia cómo de niño metía en la cárcel los periódicos para su padre eludiendo la vigilancia carcelaria. El capitalismo le robó la infancia privándole de la educación formal pero ya en su familia aprendió el gran valor que la cultura y la formación tenían para la promoción personal y colectiva.
En su juventud se convirtió al catolicismo, recibiendo el bautismo el 14 de abril de 1943, con 18 años en la Iglesia de San Lorenzo, en Peñacastillo. A partir de ese momento, lucha por la Justicia y vida cristiana formaron para él un solo cuerpo. En la militancia cristiana conoció a Trini, una joven obrera, con quien contrajo matrimonio cristiano del que nacieron 4 hijos.
Asiste a la primera Asamblea de la HOAC como el militante más joven y allí recibiría las coordenadas fundamentales de su vida: El amor y la fidelidad a Cristo, su Iglesia y los pobres. Allí conoce a su gran amigo Guillermo Rovirosa –hoy en proceso de beatificación–, el hombre que más influyó en su vida militante. Junto a él, y un pequeño grupo de militantes conversos, que provenían del socialismo, del anarcosindicalismo y del marxismo, dieron solidez a esa organización y devolvieron la esperanza a una clase obrera hundida y humillada: bufetes laboralistas, cursillos, hojas informativas… todo servía para retomar la antorcha de la solidaridad histórica de los pobres.
En 1963 fundará la editorial ZYX, junto a Rovirosa y otro pequeño grupo de militantes, la editorial obrera más importante de la oposición franquista. A comienzos de los 80 lanza el Movimiento Cultural Cristiano, al que se dedicará incansablemente hasta su muerte. Sus pilares, como en las otras asociaciones, serán su fidelidad a Cristo, la Iglesia y los pobres, en un proceso permanente de CONVERSIÓN. Con el MCC nacen las ediciones “Voz de los sin Voz”, frente a la falta de libertad de expresión y manipulación de la conciencia, para la promoción de personas libres y solidarias. Julián se convierte en la persona que más cultura solidaria ha editado y difundido -sin ánimo de lucro- en la España contemporánea.
Julián, militante cristiano y gran testigo de la espiritualidad de Rovirosa, vivió su compromiso personal e institucional con coherencia y testimonió, con su vida, que la Caridad Política sigue siendo respuesta a los grandes problemas que sufre hoy la humanidad. Murió el 29 de octubre de 2006 en Madrid y su semilla sigue dando fruto.