La diócesis de Santander está comprometida en el desarrollo de la Escuela Internacional de Psicodrama Bíblico, cuyo origen se remonta a 2018, con un primer taller en la parroquia de Santa María de Castro Urdiales, al que siguieron otros en Suesa, Soto Iruz, Pedreña, Bilbao… en los que participaron a lo largo de este tiempo un centenar de personas.
Actualmente la Escuela cuenta con un grupo de 16 miembros comprometidos en un proceso de formación orientado a diferentes ámbitos (educativo, sanitario, etc.) con especial atención a adolescentes y jóvenes. El equipo impulsor pertenece a la diócesis de Santander y a él se unen participantes procedentes de las diócesis de Bilbao, Oviedo, La Rioja y Osma-Soria, bajo la guía y orientación de Eckard Frick y Beppe Bertagna, jesuitas responsables de esta formación experiencial y bíblica.
Presentamos a continuación el testimonio de una participante en la Escuela e invitamos desde aquí a conocer esta metodología que nos lleva a descubrir el lado más humano (y más divino) de Jesús de Nazaret. (www.psicodramabiblico.org)
Soy Sagrario, y llevo en el mundo de la enseñanza en la provincia de Soria 25 años. Trabajo con ellos las asignaturas de ámbito científico y la asignatura de religión. También en actividades de enseñanza no formal apoyando en parroquias y en la diócesis a la que pertenezco: Osma-Soria (España)
Me gusta aprender cosas nuevas que puedan ser aplicadas a mi persona, en el aula y en el trabajo con otros. Muy fan de Jesús de Nazaret, del mundo digital, la naturaleza y de todo aquello que pueda facilitar la vida a las personas al estilo del Maestro (o por lo menos se intenta).
¿Cómo tuvo conocimiento de la Escuela?
Conocí la existencia de la escuela a través de Alberto, delegado diocesano de enseñanza en su momento. Me informó de que había una convocatoria de fin de semana de estos talleres y tuve curiosidad por ver qué y cómo le aportaba al psicodrama el adjetivo «bíblico». O al revés como enriquecía el psicodrama al relato bíblico. Me gustó, bien dirigido, nos puede ayudar a meternos más y comprender mejor la enseñanza del Evangelio.
¿Qué le está aportando personalmente? De la experiencia del grupo, ¿qué destacaría?
Personalmente me ayuda a situarme en el lugar del otro, intentar entender otras situaciones diferentes a la mía, a reconocer los sentimientos y emociones que afloran en mi, a poner palabra a lo que no sabía reconocer… porque a otra persona le está pasando lo mismo o parecido. Me ayuda a acercarme a Dios que se encarna en nuestra humanidad.
El grupo es una pieza importante para que esto se lleve a cabo y es como estar en tierra sagrada, cada uno nos expresamos como podemos y sabemos, y cada uno escuchamos con mucho respeto y cariño, quedando en nuestros corazones todo lo sucedido en las dinámicas ,… La reflexiones finales a las que llegamos y en las que nos acompañan los directores del taller son muy valiosas. Se podría decir que son ejercicios espirituales prácticos, al estilo ignaciano, con composición de lugar pero en 3D pero sin necesidad de gafas como las que han sacado ahora de realidad virtual ni metaversos paralelos. Es la vida misma que se encarna en los personajes bíblicos y se sigue haciendo vida hoy en día.
¿Ve potencial en su aplicación con otros colectivos: jóvenes, grupos parroquiales, parejas…?
Creo que tiene un potencial importante de cara a la profundización en los textos bíblicos pero que hay que tener una buena base para aplicarlo. En mi caso, con algo más de experiencia y formación veo que lo podría aplicar en el trabajo con los jóvenes, que suelen estar más abiertos a estos tipos de dinámicas.