Una dinámica de acompañamiento en el duelo, en las crisis existenciales y en la soledad que se presenta con novedad en la Diócesis de Santander, y que desarrollará su actividad en las sedes de los Centros de Orientación Familiar (COF) desde el próximo curso.
Esta mañana D. Florencio Vega, director del COF diocesano, nos convocaba frente a la Catedral para presentarnos un proyecto de centros de escucha, que ya lanzaron hace unos años los religiosos camilos desde su Hospital de Tres Cantos con las redes de escucha. Todo se está preparando para que en Santander, Torrelavega y Laredo, que cuentan con la presencia del COF, puedan ofrecer a partir del curso que viene esta dinámica que busca ofrecer un espacio de escucha sin juicios, sin soluciones preconcebidas,
Para acometer esta presentación, y para comenzar la formación del grupo que realizará este servicio de voluntariado, esta mañana se daba cita también en Santander el psicólogo y teólogo del Centro de Humanización de la Salud, D. Valentín Rodil, que venía en el Unidad Móvil de Intervención. Una caravana que hace poco estuvo en Vitoria y que usan en Madrid, preparada ad hoc para, desde sus dos salas, poder acercar este servicio en las zonas periféricas de Madrid.
Rodil nos ha sacado de dudas al manifestarnos cuales son los cometidos del centro que Vega quiere que forme parte de la acción del COF. El Centro de Escucha «no es un centro de derivación», al que deriven desde asuntos sociales u otros organismos, como quien deriva un problema. «No existen los casos, existen los humanos», ha manifestado con contundencia. En estos centros se atienden duelos, sobre todo, pero «no se tratan adicciones, ni maltrato ni trastornos mentales, porque ya hay otra gente que lo hace». Por ello la formación que se da a los voluntarios es sobre la escucha, que ha de ser «atenta, o mejor empática… aunque haya que redefinir lo que entendamos por empática. Una escucha hiperactiva, con los 5 sentidos». La formación que se les da a los voluntarios «es básicamente técnica. Incide más en el modo de escuchar, abandonando prácticas que buscan solucionar el problema y hacen lo contrario».
A las personas que acuden a estos centros se las atiende semanalmente, y «se les ayuda a que se escuchen a sí mismas, que descubran quienes son verdaderamente».
La implantación de este centro, coincide en el tiempo justo con la efeméride el próximo 6 de junio de los 25 años del COF. Un cuarto de siglo lleva abierto en la Diócesis, ofreciendo un servicio de calidad y gratuito a todas las personas independientemente de su confesión religiosa, contando con el trabajo profesional de un psicólogo por sede, y la ayuda también para todos ellos de un moralista, un abogado, un psiquiatra y un sexólogo. A partir del próximo curso a estos profesionales se unirán los voluntarios que realizarán esta nueva misión.