En la mañana del pasado lunes 22 de enero, festividad de san Vicente, diácono y mártir, las campanas de la iglesia parroquial de San Vicente del Monte, Valdáliga, tocaban a fiesta para honrar a su santo patrono. Así mismo, su voltear alegre recibía con gozo a nuestro obispo D. Arturo, quien se acercó a la localidad para presidir la Misa solemne de la fiesta.
Fue recibido por el párroco, D. Ricardo Díaz, en la entrada del pueblo quien lo acompañó hasta la parroquia, dónde fue recibido por los picayos. Una vez en la abarrotada iglesia, D. Arturo presidió la Eucaristía.
En la homilía, animando con garbo a jovenes y mayores, señaló que San Vicente fue alguien que entregó su vida por el Evangelio; y que una forma de entregar la vida hoy es “desvivirse” por los demás, como signo de nuestra fe y de nuestro amor a Dios.
Al finalizar la celebración eucarística, se bendijo la imagen del titular, restaurada recientemente por la fundación Santa María de Toraya. Tras la procesión alrededor de la iglesia, los jóvenes de la parroquia montiega cantaron y bailaron los tradicionales picayos en honor al santo.